Sensores de tráfico pesado para el túnel de la estación

El túnel de la estación de Los Corrales de Buelna, bajo las vías del tren, permaneció cerrado ayer durante buena parte de la jornada para la colocación de los sensores que regularán el paso del tráfico pesado por ese subterráneo. Se trata así de evitar uno de los problemas de un túnel en el que desde su apertura no se han podido cruzar grandes transportes, por la estrechez de su interior.

La empresa 'Kineo' suministró y supervisó ayer la colocación de sensores que detectan los ejes de los transportes, los clasifican y activan semáforos para regular el paso del tráfico pesado, algo que, a la postre, también afectará al resto de vehículos. Se han colocado en las dos entradas del túnel: en la calle Capitán Cortés y la avenida José María Quijano. Cuando el sensor detecta un transporte pesado, de mercancías o personas, cierra el semáforo más próximo a su paso y el colocado en la otra boca del túnel durante un tiempo estimado de paso del camión o autobús. Ayer se colocaron los sensores, que ahora habrá que conectar a los semáforos para ajustar su funcionamiento de forma definitiva.

A la espera de su puesta en marcha, el paso de grandes transportes por el túnel continuará con la regulación que se ha utilizado hasta ahora, es decir, solo se permitirá el paso de grandes transportes, los de más de 14 toneladas, en una dirección, de oeste a este. Entrarán por la Avenida Cantabria hacia la calle Capitán Cortés y de ahí al túnel para salir por la Avenida José María Quijano. Los que vengan de este a oeste se desviarán por otras carreteras.

El resto de vehículos -turismos, motos o pequeños camiones y furgonetas- podrá circular en dos direcciones, pero, según recomendación de la Policía Local, a una velocidad que no exceda de los 40 kilómetros hora, al menos hasta que estén colocadas todas las señalizaciones. Los camiones de más de 14 toneladas que lleguen desde la Avenida José María Quijano deberán continuar por la calle Calvo Sotelo.