El claustro de los Jerónimos, corazón del nuevo Prado

Rafael Moneo ha sido capaz de resolver muchos de los problemas de espacio. Ahora, el Prado dispondrá de unas instalaciones que mejoran los servicios del museo. Apartados como la recuperación de la entrada principal del museo a través de la puerta de Velázquez, el almacenaje de las obras que dispone de un sistema pensado para ofrecer la máxima seguridad en la conservación de las obras que atesora, los talleres de restauración, un laboratorio propio, las nuevas salas destinadas a exposiciones, el claustro, al que Moneo le ha dado un gran protagonismo con una magnífica cubierta y la bautizada como sala de las musas, ubicada debajo de la gran sala de Velázquez.