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COLPISA
Sábado, 3 de noviembre 2007, 01:04
El Gobierno no sólo no desvinculará el atentado del 11-M de la guerra de Irak si no que está dispuesto a defender que son muchos los indicios que los relacionan. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, entró ayer con ímpetu al debate abierto por el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana.
Y, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, lanzó una advertencia: «Si yo fuera ellos huiría de este tema como la peste». A su juicio, al menos tres elementos desmienten a los populares: «Alguna» referencia al país árabe en el fallo del tribunal, los informes de los servicios de inteligencia y las Fuerzas de Seguridad, e incluso, apuntó, «el sentido común».
El Ejecutivo insiste en que ha llegado el momento de pasar página. María Teresa Fernández de la Vega, que compartió comparecencia con Rubalcaba, remarcó que los ciudadanos no están por la polémica. Sin embargo, tampoco renunció a destacar que la actuación de la Justicia «cierra definitivamente el paso triste y patético a todos aquellos que durante mucho tiempo intentaron ocultar bajo un manto de engaños y tergiversaciones la verdad sobre los hechos». Ambos defendieron que el Partido Popular tendrá que rectificar.
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