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ENRIQUE MUNÁRRIZ
Domingo, 9 de diciembre 2007, 02:42
Para los neófitos en el mundo del arte es una completa desconocida. Pero Pilar Citoler, 65 años, es un referente a la hora de explicar cómo una afición puede llegar a convertirse en pasión artística, y el gusto personal en un gesto de sensibilidad. Premio al coleccionismo privado ARCO 2005, Citoler ha creado ahora una fundación que acogerá su colección Circa XX que permite trazar un recorrido por los exponentes esenciales de la plástica, la escultura y la fotografía. Lleva 37 años adquiriendo obras, hasta reunir unos fondos de valor incalculable: tiene 900 obras repartidas entre dos casas y una clínica. Desde hace dos años, esta «amante del arte» -como se define- preside el Patronato del Museo Reina Sofía. El próximo 22 de diciembre dará a conocer el nombre del nuevo director, un hecho ante el que se halla «expectante» y con «ganas de que todo salga bien». El testimonio de su experiencia de coleccionista se escuchó ayer en el ciclo organizado por la galería santanderina Juan Silió.
-Dijo Walter Benjamin que el coleccionista es aquel que retira una obra de la circulación comercial, acabando de esta forma con su indiscriminada condición de mera mercancía, para disfrutar de la obra y comprometerse con el arte. ¿Eso es dedicarse al coleccionismo?
-Crear una colección es una forma de concebir la vida, de sentirla, de participar en un entorno que está definiendo los caminos de un orden estético, de una evolución cultural.
-¿Cómo se inició en el mundo del arte?
-A los 16 años comencé a viajar a París durante los veranos para aprender francés y fue en esta ciudad donde descubrí mi atracción por estas obras. Una vez en la universidad me decanté por estudiar medicina igual que mi padre y mi abuelo y gracias a mis viajes por toda España y Europa, entré en contacto con galeristas y pintores. Y ahí surgió todo.
-Desde entonces han pasado 37 años y cerca de un millar de obras. No está nada mal.
-Recuerdo que el primer cuadro serio que compré es el óleo de José Caballero 'El andaluz perdido', adquirido en la galería de Juana Mordó, en Madrid, en 1969. Después, todo ha ido surgiendo. No empecé pensando en formar una colección, si no en el arte.
-¿Y todo eso sin ayudas?
-La extensa colección que he ido adquiriendo la he conseguido sin ayuda de herencias, invirtiendo casi todo el dinero ganado durante décadas para desarrollar una colección. Para poder hacerse con estos fondos se precisa una conducta lenta y reposada pero, especialmente, se requiere contar con una actitud cargada de amor y de espiritualidad y no adquirir la pieza por un afán de posesión.
-Nombres como Pablo Picasso, Joan Miró, Le Corbusier, Calder, Léger, Eduardo Chillida, Saura, Bacon, Antoni Tápies, Andy Wharhol, Miquel Barceló, Luis Gordillo, Eva Lootz o Eduardo Arroyo forman parte de la colección de arte moderno reunida por Citoler bajo el nombre de 'Circa XX'. Todo un lujo.
-Han sido muchos años de esfuerzo, sacrificio y suerte los que me han permitido alcanzar esta colección. Hay muchas veces que debes estar en el momento justo para poder hacerte con una obra.
-¿Ha conseguido todas las piezas que se ha propuesto?
-Nunca se pueden obtener todas las que uno quiere porque hay piezas que tienen un valor incalculable y hay otras que no están disponibles.
De la consulta al museo
-¿Cómo termina una persona vinculada al mundo de la medicina como presidenta del Patronato del Museo Reina Sofía?
-Llevaba dos años como vocal del Patronato y tras la dimisión de la entonces directora, Ana Martínez Aguilar, decidieron hacer una reforma y me propusieron como presidenta. Quizá decidieron que fuera yo porque no estaba implicada en cuestiones políticas. Para mí es todo un honor y una satisfacción.
-El 22 de diciembre se dará a conocer el nombre del próximo director del Museo Reina Sofía. ¿Qué características debe reunir esta persona?
-Si todo sucede como es de esperar, sabremos quién es el nuevo director ese día. Las características que debe tener el futuro director de la pinacoteca aparte, claro está, de grandes conocimientos del mundo del arte para plantear un plan museístico del nivel que le corresponde al Reina Sofía, son las de poseer dotes de organización y mano dura para saber llevar el timón y, por supuesto, tener gran capacidad del trabajo y de organización.
-¿Qué le parece el cambio propuesto en el sistema de elección del cargo?
-Si realmente se cumplen todas las pautas y no hay interferencias, será una buena elección. Creo que este es un camino muy adecuado. Por lo menos, el nuevo sistema de votaciones entre el patronato y el ministerio es el modo más justo y recto para la elección del director.
-Se erradica de este modo el cargo de confianza que se venía decidiendo según los criterios del ministro.
-Efectivamente, aunque esto no implica que el elegido no sea la misma persona que hubiese sido elegido 'a dedo' por el ministerio porque en el ánimo de todos está que salga el mejor. Creo que siempre se ha intentado seleccionar al mejor candidato. Con la nueva propuesta se conseguirá un mayor criterio elaborado por personas entendidas en el mundo del arte.
-¿Qué opinión le merecen las filtraciones publicadas por distintos medios en los que apuntan como firme candidato a Manuel Borja-Villen, responsable del MACBA de Barcelona?
-Yo creo que eso no favorece nada a la selección. Sobre todo deja de manifiesto la falta del código de buenas prácticas por el que se debería regir esta elección. Todo lo que se está publicando son conjeturas y creo que no es positivo para nadie.
Pequeñas pinacotecas
-Desde su perspectiva ¿cómo ve el panorama actual del coleccionismo privado?
-Creo que en este momento hay un gran resurgimiento y una gran implicación con el mundo de las artes plásticas. Desde la primera generación de pioneros, entre la que se incluye el número de galerías en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia, se está incrementando. Incluso en ciudades más pequeñas, como Santander, se encuentran galerías de primerísimo nivel y que hacen un trabajo muy fecundo y muy brillante. En estos momentos, el coleccionismo es uno de los movimientos culturales más significativos. La población civil se está implicando y adquiriendo más conocimientos.
-¿Y el público?
-Las instituciones están haciendo un gran esfuerzo y están fomentando notablemente este tipo de arte a través de galerías de arte, museos y las distintas ferias y bienales que organizan.
-¿El coleccionismo actual es para ricos?
-No. Cada uno desde su nivel económico y social puede comenzar una colección totalmente digna con obras pequeñas o piezas gráficas, que hay maravillas, y formar así sus pequeñas pinacotecas.
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