

Secciones
Servicios
Destacamos
E.P. |
Martes, 15 de enero 2008, 19:43
La droga procedía de Madrid y era trasladada a Torrelavega, y la Policía considera que la banda pretendía introducir en Cantabria en los próximos meses entre 200 y 300 kilos de hachís. Los miembros de la banda son de nacionalidad marroquí, rusa, portuguesa y española.
Loss detalles de la operación fueron dados a conocer hoy por el delegado de Gobierno, Agustín Ibáñez; la jefa superior del Cuerpo Nacional de Policía, Pilar Allué, y los responsables de la Policía Judicial, Antonio Caro, y del Grupo de Estupefacientes, Alvaro Antón.
La droga intervenida se encontraba oculta en los bajos de un vehículo que venía desde Madrid, e iba destinada a dos de los detenidos, vecinos de Torrelavega, que planeaban ocultarla en un local en Carandía (Renedo de Piélagos) para proceder después a su distribución en zonas de ocio nocturno de la capital del Besaya.
El jefe de la red, Lahcen S., de nacionalidad marroquí, estaba presuntamente a las órdenes de Mohamed B., compatriota suyo y en la actualidad en prisión, desde donde se sospecha que dirigía las operaciones.
Lahcen S. ya fue detenido con anterioridad en la 'Operación Amanecer', en junio de 2006, en la que se le intervinieron 200 kilos de hachís que ocultaba en Torrelavega. También estuvo detenido en la 'Operación Vikingo', que se produjo en enero de 2006, y que se saldó con la incautación de 39 kilos de hachís en Santander y el arresto de 12 personas.
Otros dos miembros de la red son de nacionalidad marroquí, dos más son de nacionalidad rusa y portuguesa y el resto son españoles. De los doce detenidos, tres, de nacionalidad española, lo fueron por distintas implicaciones con la red, pero el Grupo de Estupefacientes les dejó en libertad con cargos a disposición judicial.
En la operación se realizaron dos registros, que tuvieron lugar en Maliaño y en Santander, en la calle Marqués de la Hermida. En ellos se intervinieron, además de los 40 kilos de hachís, 2 gramos de polen de hachís, 5 gramos de marihuana, tres armas blancas, 2.990 euros, once teléfonos móviles, un navegador GPS y tres vehículos.
Uno de estos vehículos, con marca Citroën Xsara Picasso, era el que disponía de un departamento mecánico para la ocultación de distintos efectos.
Funcionamiento
Lahcen S. sería el presunto dirigente de la banda y encargado de contactar con otros ciudadanos marroquíes tanto en España como en Marruecos para que les suministrasen las distintas cantidades de droga que luego se distribuirían en Cantabria.
La investigación policial también determinó que el cabecilla, detenido en la Operación Vikingo, estaba relacionado con M. Boukhrij, de quien sospecharon que "heredó" la dirección de sus redes después del ingreso de este último en prisión como consecuencia de la Operación Amanecer en calidad de responsable del "mayor centro de distribución de hachís de Cantabria".
Así, Lahcen S. tenía como hombre de confianza a Youssef L., junto a su pareja Olga S., que era el encargado del control de las ventas y la recaudación del dinero de los distintos distribuidores de hachís. Este tenía como tapadera la actividad legal de montador de cocinas.
Por su parte, Oscar P.F. y Sonia D.S.A. eran los correos encargados del traslado del hachís desde Madrid a Cantabria en el Citroën Xsara con el zulo preparado para el traslado de la droga.
Otro de los miembros, Mostafa B. distribuía la droga a órdenes de Youssef, mientras que Francisco Javier M.P. contactaba con el cabecilla y con su persona de confianza para la distribución. Francisco Javier ocultaba su actividad delictiva con la propiedad de un negocio en la calle Burgos, en Santander.
Finalmente, en los últimos meses de la investigación, el Grupo de Estupefacientes averiguó que la organización contactó con una persona de Torrelavega a quien iban a surtir de una "importante" cantidad de droga. Así, se identificó a Fernando H.F. y Eduardo G.S., compañeros de trabajo en la instalación de ventanas, destinatarios del alijo.
De esta forma, el pasado 11 de enero, fecha en que concluyó la operación, la furgoneta que utilizaban Fernando y Eduardo se encontró, a las afueras de Torrelavega, con el Citroën Xsara. De ahí partieron hasta las puertas de un garaje en Carandía en el que se disponían a guardar la droga.
Fue entonces cuando se produjo la detención de esas cinco personas. Posteriormente, la Policía Nacional detuvo a los otros siete y efectuó los dos registros.
El delegado de Gobierno valoró los "muchos meses de trabajo" del Grupo de Estupefacientes en esta operación, con la que "se corta una vía de entrada de hachís a Cantabria". Por su parte, la jefa superior del Cuerpo Nacional de Policía consideró este trabajo un "ejemplo del buen hacer" de los agentes.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.