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ÍÑIGO FERNÁNDEZ
Lunes, 28 de enero 2008, 12:12
El periodo de los grandes acontecimientos de la Armada Española, aquel que discurre entre el Descubrimiento de América (1492) y la Batalla de Trafalgar (1805), está jalonado por la presencia de numerosas figuras de Cantabria en papeles más o menos relevantes. De hecho, todas las grandes empresas marítimas de la época corrieron a cargo de pilotos vizcaínos, guipuzcoanos o cántabros, prácticamente en exclusiva. Y es que los asuntos de la Armada estaban en manos de los marinos del Cantábrico, tanto como lo estaban la construcción de los barcos y el aparejo de las naves.
Personajes decisivos de la historia de España como Juan de la Cosa (Santoña), Juan Sebastián Elcano (Getaria), Martín de Bertendona (Bilbao), Blas de Lezo (Pasajes), Antonio de Oquendo (San Sebastián), Felipe González Ahedo (Santoña) o Cosme Damián Churruca (Motrico) eran naturales de estas costas, en donde residía la 'flor y nata' de la navegación hispana. Una de tales figuras fue la de Felipe de Jado y Cagigal, natural de la localidad de Hoznayo (Entrambasaguas), aunque descendiente de un linaje que procedía de Argoños. Como brigadier de la Armada, asumió el mando del navío de línea 'San Agustín' en los meses previos a la Batalla de Trafalgar.
De su nave partió el primer cañonazo de la contienda. El barco terminó por hundirse en la histórica jornada del 21 de octubre de 1805, en la que España perdió para siempre aquella hegemonía marítima que hasta entonces había compartido con la británica 'Royal Navy'. Felipe de Jado y Cagigal fue el cántabro más relevante en aquella jornada, aunque no el único. Otros muchos, cada uno en su puesto, tomaron parte con él en la batalla naval más importante del siglo, tanto para España como para el Mundo.
Marinos del interior
Felipe de Jado y Cagigal nació en la aldea de Término, en la localidad de Hoznayo, en el municipio de Entrambasaguas. Así consta en los libros de la Armada y así se recoge en la Enciclopedia General del Mar, que fecha su nacimiento el 20 de mayo de 1742.
Como muchos otros almirantes y pilotos, procedía del interior de la región. Por aquellos años, localidades como Alceda, Vargas, Sarón, Hoznayo o Liérganes aportaron numerosas personalidades a la Armada. También lo hicieron las poblaciones de la costa, pero no en exclusiva.
La carrera militar de Jado y Cagigal se inició en el ejército de tierra y no fue hasta 1777 cuando completó su traslado a la Armada. Tras embarcar en los buques 'Rosario', 'San Pedro', 'Arrogante' y 'San Luis', ascendió a teniente de navío en 1784 y a capitán de navío diez años más tarde. Finalmente, ocupó el puesto de brigadier a partir del año 1802, tres antes de desencadenarse la histórica batalla contra los ingleses frente a las costas de Cádiz.
Tres abordajes
Cuando la flota combinada hispano-francesa partió del puerto de Cádiz el 20 de octubre de 1805, con el propósito de romper el cerco británico en el Mediterráneo, Felipe de Jado y Cagigal se hallaba al mando del buque 'San Agustín'. Había recibido el nombramiento unos meses antes, tan sólo.
Era el 'San Agustín' un navío de dos puentes y 74 cañones que había sido construído 39 años antes, en 1766, precisamente en los astillero de Guarnizo. A bordo del mismo se hallaban 711 hombres. El 'San Agustín' formó a la cola de la flota hispano-francesa y, al volverse esta por el acecho de los buques ingleses, quedó situado en la vanguardia del ataque aliado. De su cubierta partió el primer cañonazo de la batalla y, muy pronto, quedó rodeado por varios buques de la escuadra comandada por Lord Nelson. En concreto, por el 'Leviathan', el 'Conqueror', el 'Africa' y el 'Britannia'.
Combatió durante horas y repelió dos abordajes. En el tercero, los supervivientes se atrincheraron en la toldilla de popa, pero viendo los ingleses la situación irrecuperable en que se encontraba la nave, desarbolada y con vías de agua, estimaron más conveniente no mantener el 'cuerpo a cuerpo' por ella y, en cambio, proponer la supresión del combate. Esta solución no fue aceptada por Jado y Cagigal hasta que se le garantizó que el pabellón español no sería arriado hasta tanto se produjera el definitivo hundimiento del barco. Cuando este tuvo lugar, el balance de bajas en el 'San Agustín' era de 180 muertos y 200 heridos. El resto de los hombres fueron apresados y trasladados a Gibraltar, entre ellos el propio comandante de la nave. Fue por poco tiempo, ya que el 9 de noviembre fue canjeado y, en atención a sus méritos en el combate, nombrado jefe de escuadra. Felipe de Jado y Cagigal acabó sus días el 23 de septiembre de 1820 en El Ferrol (La Coruña), donde falleció a los 76 años de edad con el grado de capitán general y con la 'vitola' de héroe de la Batalla de Trafalgar.
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