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MATEO BALÍN
Miércoles, 6 de febrero 2008, 01:48
El goteo de detenidos desde la entrada en vigor de la reforma penal de tráfico se mantiene constante. En sólo dos meses, la Guardia Civil ha abierto diligencias a 3.119 conductores por delitos contra la seguridad vial. El 98% de las denuncias fueron por elevadas tasas de alcohol y el 2% restante por velocidad excesiva. Aunque las conductas temerarias están penadas con cárcel en el Código Penal, casi todos estos automovilistas acaban reconociendo los hechos ante el juez y sus penas son conmutadas por trabajos en beneficio de la comunidad.
En diciembre, la Guardia Civil de Tráfico formuló 1.699 denuncias por 1.359 en enero. Es decir, en un mes el número de diligencias ha disminuido un 20%. En total, desde la entrada en vigor de la reforma penal -el pasado 1 de diciembre- se han practicado cada día una media de 52 denuncias por delitos contra la seguridad vial, según anunció ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
En su última comparecencia en el pleno del Consejo Superior de Tráfico, Pérez Rubalcaba recordó que «con la reforma penal no se trata de meter a la gente en cárcel, sino de prevenir los accidentes».
En la actualidad cumplen penas de cárcel por delitos viales unas 180 personas, la mayoría por sentencias firmes y el resto en prisión preventiva a la espera de juicio.
El ministro también apuntó que hasta el 31 de enero unos 4.760 conductores habían perdido el permiso de conducir por haber agotado todos los puntos y agregó que 3.735 personas habían pasado por los 818 cursos de reeducación vial para la recuperación de puntos.
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