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Xesús Vázquez inicia en la feria su nuevo año expositivo. / DM
«A diferencia de otras patrias, en la del arte nadie te arenga»
XESÚS VÁZQUEZ PINTOR

«A diferencia de otras patrias, en la del arte nadie te arenga»

El artista cántabro regresa a ARCO con sus nuevas obras, dentro de la apuesta colectiva de la galería Siboney

GUILLERMO BALBONA

Domingo, 10 de febrero 2008, 01:46

Su creación atraviesa, y en buena parte protagoniza, cuarenta años de la pintura española. Ha construido día a día una de las trayectorias más celebradas, solitarias y coherentes del arte español. Xesús Vázquez, artista de «reflexión sensible» y oficio demostrado en facetas de «pintor, poeta y pensador», regresa a ARCO con nuevas piezas que mantienen su ligazón con las inquietudes y series que han alimentado su obra. Hace veinte años comparecía en ARCO con Siboney y la próxima semana vuelve con la galería santanderina, que celebra este aniversario especial con un stand integrado por las creaciones de once artistas de muy diferente signo y generación.Vázquez, Premio de Artes Plásticas del Gobierno de Cantabria en 2006, reflexiona aquí sobre el presente artístico y el concepto de feria.

-¿Cuáles son las señas de identidad de estas nuevas obras que presenta en la feria a través de Siboney?

-Son dibujos realizados a lápiz, creta y pastel, sobre cartas de navegación montadas sobre tela en bastidor. Están concebidos como un políptico cuyo número de elementos será variable en función de la disponibilidad del espacio de exposición. En Arco se montarán cuatro o cinco de ellos. Todos reproducen, en blanco y negro, fotografías de las disponibles en Internet sobre el abismo de inhumanidad en la cárcel iraquí de Abu Ghraib. Debajo de cada dibujo he pintado en acrílico la dirección de la página web de donde proviene.

-Ocuparse de una cuestión ligada a la actualidad y polémica, ¿le facilita la sensación de artista comprometido?

-Creo que me he ocupado de ella precisamente porque de una cuestión vergonzosa y criminal, y no me refiero sólo a las torturas, sino a toda la guerra en Irak de la que episodios como los de Abu Ghraib o Fallujah son botón de muestra, decimos, contribuyendo al asesinato de las palabras y su sentido, que es polémica. En realidad, no necesito ni deseo sentirme artista comprometido. El único compromiso público que soporto es con el arte y a fondo. Es -ahora que tanto se soba y babea sobre la palabra-, mi patria, y yo soy uno de sus ciudadanos. Su territorio es enorme y antiquísimo, admite la diversidad total, la variedad infinita de colores y matices, y no mata. Podríamos decir que es el reverso de esa realidad global que se nos presenta, no sólo en España, cada vez más en blanco y negro.

-¿Cómo se apropia de una iconografía reciente, pero manida y convertida en carne de Internet?

-La apropiación de material preexistente en arte se remonta a Marcel Duchamp. Mis dibujos pertenecen a esta tradición. Así que, aunque el título del políptico es Lager LXXVI, pues lo incluyo en la serie de los campos de concentración, lo subtitulo 'ready-made descargado', que parafrasea los "ready-mades modificados' de Duchamp y, además, indica su origen en la red.

-¿Cuál debe ser la posición del hecho artístico ante un universo de imágenes profusamente difundidas por los medios y que parecen conllevar un sello de caducidad?

-A diferencia de lo que se oye en otras patrias, en la del arte nadie te arenga sobre lo que debes hacer, ni de qué fuentes mana el agua fresca, ni qué es traición, salvo algún crítico con vocación pastoral. Es imposible, y por otro lado poco práctico, sustraerse al océano de imágenes que nos rodea, nos moja y, a veces nos ahoga. Forma parte ya de nuestra manera de relacionarnos y tratar de conocer la realidad, más a expensas del hartazgo, la saturación y esa caducidad inmediata. Un porcentaje altísimo de lo que vemos es publicidad, es decir, construcciones gráficas estáticas o en movimiento, en general elaboradísimas, que tratan de cautivarte para la causa de tal o cual producto o comportamiento. Habría que preguntarse por qué los relatos y mensajes que provienen de ese universo omnipresente son más perdurables que las dramáticas aportaciones de los telediarios, que con tanta facilidad olvidamos. Creo que una parte del arte se hace al margen de las narraciones en circulación sobre la realidad, y otra parte es una más de ellas y utiliza sus mismos medios, técnicas y estrategias.

-Del Guernika a las torturas de Irak, también la pintura ha recorrido un largo trayecto. ¿Considera que las esencias y los parámetros fundamentales permanecen intactos?

-Creo que sí. Aunque la pintura actual ha tomado nota tanto de la liquidación de las vanguardias como de la existencia del 'ready-made'.

Un insulto para las galerías

-¿Qué opinión le merece Arco como feria?

-A pesar de que es una buena ocasión de ver muchas cosas, como artista odio las ferias. Tus obras siempre están mal instaladas y al lado de otras con las que no se relacionan bien. En cambio, para muchas galerías Arco es quizás la ocasión más importante del año. Qué pena que Madrid no sea Basilea ni tenga la Bolsa de Londres.

-¿Cree que los cambios adoptados este año y que han causado una gran polémica son equivocados y dañinos, o bien la feria estaba necesitada de un giro en sus planteamientos?

-No tengo ni idea de organización de ferias pero sí tengo algunas sobre cómo tener la fiesta en paz. La eliminación de muchas galerías este año me parece lamentablemente carente de justificación y casi un insulto para las mismas. De lo que habría de seguirse, que lo que sí necesita un cambio profundo es el comité de selección y sus criterios. Y si los resultados comerciales este año no son tan brillantes como para redimir tanta exclusión, la directora debiera dimitir. Propongo que el comité de selección y la directora elaboren un documento en el que desde la crítica de arte se explique por qué consideran que los artistas de una de las galerías eliminadas, por ejemplo, al azar, My name is Lolita, son peores que los de cualquiera otra de las presentes en la feria. Al menos sería cómico y 'entretenido'.

-¿Existe la feria ideal?

-Aquella en la que todo lo expuesto fuera comprado. Para eso son las ferias.

-Cuando usted se sitúa en el centro de un pabellón de ARCO; realmente, ¿qué ve?

-Lo mismo que en el Louvre, la Tate o el Prado, demasiada gente con la misma cara de agotamiento que la mía, intentando ver demasiadas cosas en demasiado poco tiempo.

-La fugacidad intrínseca a una feria, ¿no perjudica y condiciona en exceso la presentación de una obra nueva?

-Sí. Además es traumático hacerte cargo, por si lo habías olvidado, de que allí, en la feria que sea, lo más sobresaliente de la obra es que es principalmente una mercancía en oferta.

-Las referencias a los campos de concentración, ¿son ya una declaración de principios de su creación?

- Desde la Viena de fin del siglo XIX, el pensamiento europeo no ha sido especialmente optimista. Previó o conoció el desastre del XX. Los desastres.Tampoco gran parte del arte, a pesar de que su centro pueda considerarse el trato con la belleza o la propia celebración de la belleza del universo. Siempre, si no ha tratado del mal directamente, ha expresado al menos a partir de mediados del XIX -con la destrucción de la superficie continua por parte de los impresionistas, hasta el tremendo vapuleo daliniano, pasando por el cubismo, Duchamp o el expresionismo alemán-, un malestar. Y antes, recordemos, existió Goya.Es necesario pensar el mal, rememorar sus efectos, para tratar de que no desaparezca el sentido.

El aire que yo respiré al nacer y crecer olía a gas mostaza, pólvora, crematorio y represión. Con el estalinismo en activo, la invasión de Hungría, la dictadura franquista o el muro de Berlín, la realidad me ha puesto las cosas fáciles, es un decir, para elegir en mi trabajo qué nombrar, recordar y meditar, y también para decidir qué no tolerar. En la vida pública no es tolerable la mentira ni la manipulación del sentido de las palabras. Eso es el mal.

-¿Cómo valora la presencia institucional de Cantabria en ARCO?

-Las instituciones políticas que coleccionan arte, por los motivos que sea, y cuidan la comunicación con sus electores hacen bien, a estos efectos y los de aumentar su colección, en aprovechar la plataforma que supone una feria de arte. Hay que añadir además que son unos clientes muy cuidados por las galerías. En general, debieran cuidar más el diseño de los stands y el montaje recurriendo a profesionales a la altura de sus colecciones.

-Realmente, ¿qué concepto de museo considera más válido para el futuro de la comunidad?

-Puesto que ya existe un museo de Bellas Artes, lo más útil de cara a las futuras generaciones sería un centro de arte contemporáneo bien dotado de presupuesto, al estilo de las Kunsthalles alemanas o suizas. Claro que el problema es el presupuesto, que influirá, por desgracia, en la decisión del concepto.

-¿Qué nuevos criterios aplicaría en Artesantander?

-La verdad es que cada año está un poco mejor. Como disparate se me ocurre que en comunidades tan pequeñas como la nuestra quizás pudieran haberse ensayado ferias diferentes a las que todo el mundo tiene en la cabeza. Por ejemplo, una feria sólo de dibujos y proyectos. Storyboards, croquis de instalaciones, de esculturas . Vendo la idea.

-¿Qué concepto tiene del éxito?

-Uno pone de su mano lo posible para que cada obra que realiza sea soberbia y llegue a la gente, pero no depende sólo de ti que el éxito llegue. No se conecta con el público de la misma manera exponiendo en la galería X de Segovia que en la Gagosian de Londres o Nueva York. .

-¿Teme que las nuevas tecnologías acaben con la pintura y su función histórica?

-No. Con lo que espero que acaben es con los advenedizos. De aburrimiento.

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