Condenado a 17 años de prisión el asesino del 'Cachamba'

Además, la sentencia establece que John Fredy C.M, de 29 años, deberá indemnizar a los familiares de la víctima con 180.000 euros, pero rechaza que la discoteca o su aseguradora tengan que hacer frente a esa cantidad si el procesado no pagase.

John Fredy C.M. alegó durante el juicio que la noche en la que apuñaló a Heider Mauricio V.V estaba borracho y drogado, aunque el jurado consideró en su veredicto que mató a la víctima siendo "plenamente consciente de lo que hacía", en un ataque sorpresivo ante el que no hubo posibilidad alguna de defensa.

Según relata al sentencia, en la madrugada del 14 de octubre de 2006, el acusado entró en la discoteca Cachamba sin que el detector de metales de la sala encontrara nada anormal y casi hora y media después llamó a su hermano para que fuera buscarle, pero cuando este llegó, le dijo que se había arrepentido y que iba a volver a entrar.

Entonces se dirigió a la pista de baile, donde se encontraba Heider Mauricio V.V, y, sin decirle nada, con intención de matarle, y actuando de manera rápida y sorpresiva para que no tuviera posibilidad de defenderse, le asestó un mínimo de seis puñaladas.

Los empleados de seguridad de la discoteca consiguieron inmovilizar al asesino, quien confesó a la Policía que el había acuchillado a su compatriota.

La víctima murió en el hospital como consecuencia de las heridas y de la sangre que perdió.

Sin atenuantes

La Audiencia considera que no hay ninguna prueba de que John Fredy consumiera bebidas alcohólicas o cocaína antes de cometer el crimen, por lo que no se puede aplicar como atenuante que actuara bajo su influencia, como tampoco puede serlo el que confesara los hechos, ya que se limitó a confirmar que había sido el autor de las cuchilladas sin dar más datos ni exponer los móviles no decir de donde había sacado el arma.

Para el tribunal, los porteros y los encargados de seguridad de la discoteca actuaron "con diligencia manifiesta", deteniendo al acusado, incluso con riesgo de su propia vida, y prestado todo el apoyo posible al agredido.

Tampoco la propiedad de la discoteca, asegura, ha vulnerado ningún precepto del reglamento aplicable a los espectáculos y lugares de ocio, que ni le exige tener una enfermería ni tampoco un detector de metales (detector que, sin embargo, sí tiene el local).

El requisito de contar con una enfermería sólo es exigible en locales con un aforo de más de mil personas y además el tribunal considera que, aunque se hubiera contado con ese servicio "con la más completa dotación de equipamiento" no se habría podido salvar la vida del agredido, que había recibido al menos seis cuchilladas en zonas vitales.

Jonh Fredy C.M. deberá indemnizar con 30.000 euros a los padres de la víctima por la pérdida de su hijo y el daño moral y por el mismo concepto tendrá que pagar 100.000 euros a su viuda y 50.000, a su hijo.