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Las dos jóvenes impulsoras de Merienda en el tejado. / ANDRÉS FERNÁNDEZ
«Nuestro trabajo consiste en hablar de libros y olerlos»
ESPECTACULO

«Nuestro trabajo consiste en hablar de libros y olerlos»

Las impulsoras de Merienda en el tejado defienden una lectura plástica que interprete los sentimientos y las imágenes

GUILLERMO BALBONA

Domingo, 23 de marzo 2008, 01:32

Su territorio cultural y comercial es ya un hábitat reconocido, un espacio natural donde el libro acampa sin miedo a la extinción, sabedor de que será mimado. Juego, creatividad y sentido crítico sustentan la personalidad de Merienda en el tejado, la librería santanderina que tras año y medio de andadura afronta su paso hacia la edición a través de un proyecto arriesgado, pero reposado y de calidad. Talleres, cuentacuentos y todo un activo terreno de animación a la lectura es abonado cada semana en este espacio de referencia, impulsado por la labor de Ana Real y Ainara Bezanilla. 'Dragón', un cuento del escritor Alberto Iglesias pondrá en marcha en breve el proyecto editorial, 'Merienda en el tejado', donde el libro ilustrado, el diseño, la diversidad de colecciones y géneros y el encuentro de creadores e inquietudes plurales se funde en torno a la acogedora complicidad de la querencia por el libro.

-¿Qué ofrece la librería para ser un espacio cultural en lugar de un comercio?

-Bueno, en realidad no sabemos si lo que ofrecemos es una diferencia o un añadido. Lo que hemos pretendido desde el principio es aprovechar el espacio y la cercanía con los libros para desarrollar actividades que promuevan la creación artística y la mezcla de estilos y personas.

-¿Cómo encaja la personalidad de Merienda en el tejado en el paisaje cultural santanderino?

-Creíamos que había un hueco para nosotras y nuestra librería en la ciudad, y después de un año largo lo hemos podido constatar. Hay público para nuestra librería que agradece el ritmo tranquilo y el té a media tarde entre letras. Poco a poco, parece que las instituciones también nos van conociendo y apoyando.

-En un sintético y somero balance autocrítico, ¿cuáles son los aspectos más positivos y negativos que aprecian en la trayectoria de la librería?

-Positivos: nuestro trabajo ¿es leer!, hablar de libros y olerlos. Nos tienes que ver cada vez que llega un paquete por la puerta, las dos con el cutter en mano para abrirlo Y, sobre todo, saber que has acertado al recomendar un libro Negativos: nos cuesta deshacernos de nuestros escogiditos, libros que nos son difíciles de encontrar y que determinados clientes parece que localizan con radar. La banalización, el exceso y la saturación en todos los campos.

-¿Qué os ha llevado ahora a crear una editorial y qué esperáis del proyecto?

-En realidad es un capricho, responde a un proyecto personal y familiar. Casi una continuación de nuestra labor. ¿Quién no siente la necesidad de hacer algo bonito cuando está rodeado de cosas bellas? Lo que esperamos es poder publicar mucho, que no se quede en este 'Dragón', pues nuestra ansia es ampliar colecciones y formatos. Nos inclinamos por las ediciones cuidadas, casi por los libros objeto. Valoramos mucho la ilustración y el mimo por las cosas bien hechas. Y creemos que eso lo reflejamos en la librería a diario, no por ser un proyecto familiar la editorial va a ser poco profesional; al contrario, tenemos la suerte de asociarnos con unos grandes profesionales del mundo del diseño como son Beusual y de las letras, como Alberto Iglesias. Tres grandes pilares, para nosotras como editorial: experiencia de diseño y edición, experiencia de escritor y experiencia de libreras

-¿Cuál es el sello o la seña de identidad de Merienda en el Tejado?

-Tranquilidad, hay un libro para cada persona y un momento para cada libro.

-Supongo que el mundo de la lectura infantil está lleno de tópicos y lugares comunes....

-¿La lectura o la literatura?, nosotras lo que defendemos es la lectura en su amplio aspecto, no sólo desde el punto de vista morfológico sino también desde el ámbito plástico. A menudo nos empeñamos en que los niños sepan leer letras y palabras, pero habría que poner el mismo empeño en interpretar sentimientos e imágenes. Por ello tratamos siempre de vincular los cuentos con los aspectos más artísticos del día a día.

-¿Creen que es posible una nueva generación de lectores? ¿Hasta qué punto las nuevas tecnologías pueden modificar el vínculo con el libro?

-Cambiarán los soportes pero los lectores siempre existirán, incluso los románticos fetichistas, que necesiten palpar y oler un libro. Si hay nueva generación de escritores, tecnologías, editores...tiene que haberla de lectores porque es una reacción en cadena.En el caso de la edición ya lo cambiaron del todo en los 80s; antes era mas difícil hacer un libro cada vez se hacen más y con un libro se puede tener una relación personal

-¿En algún momento han pensado que podrían convertirse en 'libreras de cabecera' para determinados lectores?

-Tenemos un episodio curioso para esto. Un día llegó una chica a la que le habían regalado un libro de nuestras estanterías. Venía buscando otro para regalar, pues lo que le habían explicado era una secuencia determinada: 'ella venía acá, nos describía cómo era la persona a la que iba dirigido el libro y nosotras le encontrábamos lo que tenía que llevar. Así que puede ser un buen nombre 'libreras de cabecera'.

-¿Cómo se renueva el concepto tradicional de una librería?

-Pues con mucho amor, mucha paciencia y mucho trabajo. No podemos permitirnos tener las estanterías llenas de todo lo que nos encanta, pero sí que tratamos de que todo lo que está en ellas nos conmueva y llegue a públicos dispares. Aunque tal vez sea pretencioso querer renovar conceptos tradicionales, creemos que ya bastante es darles tu personalidad.

-¿Qué situación atraviesa el sector en el que se mueven habitualmente?

-Quizás vivimos en una burbuja en este aspecto, nos gusta tanto nuestro trabajo que no somos muy conscientes de la situación que atraviesa el sector.

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