Un argayo cortó la carretera que lleva a Villayuso de Cieza

Los voluntarios del servicio de Protección Civil del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna llevan desde el viernes trabajando sin descanso en varios de los problemas causados por la intensa lluvia que desde ese día no ha dejado de caer en la zona central de Cantabria. El principal problema se produjo ayer en la carretera que une la N-611 con Villayuso de Cieza, que permaneció cortada hasta las 11 de la mañana por un argayo. Aunque afectó a un coche que, en ese momento, transitaba por la carretera, el conductor pudo salir del turismo justo antes de caer la segunda riada en el mismo punto. El quitamiedos aguantó el coche en la carretera en un primer momento. Sucesivas riadas, que estuvieron también cerca de llevarse consigo a miembros de Protección Civil de Los Corrales de Buelna, dejaron el coche en la ladera que cae hacia el río Cieza. Una grúa pudo recuperar el vehículo.

Se desbordó el Muriago

Las intervenciones fueron constantes en puntos como Cobejo, en Molledo, o el Bardalón, Coo, Barros y el casco urbano de Los Corrales de Buelna.

En Barros continúa la preocupación por el desbordamiento del río Muriago. Los vecinos afectados achacan ese desbordamiento a las obras de construcción de la carretera que une Barros con San Felices. Algunos ya habían avisado oficialmente de lo que al final ha pasado a la Consejería de Obras Públicas, la Confederación Hidrográfica y al Ayuntamiento corraliego. Ayer aseguraron que actuarán judicialmente por los cuantiosos daños sufridos.

Y en El Coiño, también en Barros, las inundaciones siguen afectando a las viviendas. Ayer los garajes soportaban más de 20 centímetros de agua. En este caso, los vecinos se quejaban de que se están utilizando las mismas canalizaciones antiguas, a pesar de los muchos nuevos edificios de ese barrio.