Huelga de hambre de un trabajador de Urgencias por «respeto al paciente»

Ignacio Arango Fornos, trabajador de la empresa encargada de la unidad móvil de urgencia con base en el Centro de Salud Besaya de Los Corrales de Buelna, comenzó el miércoles una huelga de hambre indefinida en señal de protesta por la decisión de esa empresa de modificar su destino de trabajo. Afirma que siente «impotencia por la falta de respeto al paciente en decisiones empresariales que no favorecen nada a un servicio público tan necesario como el de urgencias».

Ignacio Arango, asturiano, de Cudillero, es técnico en emergencias con cuatro años de experiencia y desde el miércoles denuncia una decisión empresarial que no le ha sido notificada oficialmente: «el miércoles llegué a mi puesto de trabajo, la ambulancia con base en Los Corrales, y dos chicas me comunicaron que yo ya no trabajaba ahí, que ellas se encargaban del servicio».

Cambios de personal que, asegura, «empobrecen la asistencia de urgencias, cambiando personas con experiencia contrastada por otras que, con todos los respetos hacia ellas, no cuentan con la práctica mínima exigida para casos en los que las personas se juegan la vida».

«Solo pido respeto al servicio de urgencias, los profesionales que dedicamos nuestra vida a ello y al paciente», incide, para asegurar que «no somos un taxi». Los vehículos de emergencia exigen un personal que pueda atender una urgencia real, afirma. «Las personas que en algunos casos se contratan pueden servir para trasladar a un enfermo a diálisis, por ejemplo, pero no atender a una persona con un ataque de epilepsia, por poner un caso».

«Llevo más de un año trabajando aquí, y me he ganado el respeto de profesionales y vecinos, todo para que, de repente, me destinen a limpiar ambulancias, me queme y termine abandonando la empresa. Pero ya advierto de que ese no va a ser mi caso, voy a luchar por el respeto debido, contra la impotencia que da estar a merced de decisiones como la que me afecta, y lo haré con una huelga de hambre y a la intemperie». Dicho y hecho, ahí está, en la puerta de Urgencias del Centro de Salud Besaya de Los Corrales.