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Isidro Goñi Silva
Martes, 8 de abril 2008, 02:56
Señor director:
En este país, uno puede robar un monte, que no le sucede nada. En este país unos 'primos' pueden estafar 4.000 millones de pesetas a unos socios, que tampoco les sucede nada. Por el contrario, si uno roba unos donuts caducados en un supermercado le pueden caer de dos a tres años de cárcel. En este país, por cierto llamado España, la Agencia Tributaria posee un sistema informático de última generación, que puede descubrir las cuentas opacas de los ciudadanos en los paraísos fiscales de las Caimán, Isla de Man, Jersey, etc..., pero en cambio en este país la Justicia no puede saber dónde se encuentra un condenado en firme y sus circunstancias. ¿Qué es lo que falla en este país?
Según la vicepresidenta del Gobierno dice que lo que falla es el 'sistema", pero yo diría que lo que verdaderamente falla son las 'prioridades económicas', porque vamos a ver: los políticos y padres de la Patria de 'antes' y de 'ahora' se han gastado 25.000 millones de pesetas en ampliar el Museo del Prado, se han gastado 20.000 millones de pesetas en la restauración del Liceo de Barcelona y se han gastado 10.000 millones de pesetas en la Biblioteca Nacional. Ya sé que es una afirmación muy inocente e incluso pueril, ¿pero de esos millones no se podrían haber destinado algunos a dotar a todos los Juzgados de España de un equipo informático para que sus señorías y los funcionarios realizasen un trabajo digno? Porque para saber cómo se encuentra en este país el 'sistema judicial' uno tiene que 'padecerlo'.
Veamos un ejemplo del 'sistema'. Corría el año del Señor 1990 cuando un 'iluminado' de Costas de Cantabria realiza en la playa de Berria el primer deslinde de cosa en España en aplicación de la Ley de Costas de 1988 y mete en dominio público a una comunidad de vecinos (57) copropietarios, los cuales acuden a la Justicia en la vía contenciosa y ganan sus demandas tanto en la Audiencia Nacional como la casación en el Tribunal Supremo era el año 2001 y la sentencia declaraba que el deslinde era nulo, condenando a Costas al trazado de un nuevo deslinde excluyendo los terrenos e inmueble del dominio público. Ante la prescripción de la acción civil en el plazo de cinco años desde la aprobación del deslinde (1990) habíamos iniciado de forma cautelar un juicio civil por si perdíamos el contencioso y se respetaran los derechos adquiridos. Pues bien, a pesar de las sentencias que anularon definitivamente el deslinde, fueron comunicadas a la Sala de lo Civil e incorporadas al rollo de casación por auto de fecha 25-4-2002 para que procediera a archivar el proceso, el juicio ha seguido y la Sala de lo Civil, al resolver, se ha 'olvidado' de este auto y de las sentencias aportadas y han desestimado la demanda sobre unos motivos que ya son históricos como intrascendentes y ahora otro 'iluminado' de Costas pretende realizar un nuevo deslinde en nuestros terrenos, el Tribunal Constitucional nos ha admitido a trámite con fecha 8-2-2008 el amparo de esta sentencia. ¿Pleitos tengas y los ganes! 'La demora de la Justicia significa injusticia' (Walter S. Landor).
Presidente de la Comunidad Nueva Berria
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