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C. DE LA P.
Viernes, 30 de mayo 2008, 03:13
Una de las máquinas instaladas en la sede judicial de Las Salesas para que los funcionarios de justicia fichen mediante la huella dactilar fue saboteada hace dos semanas. La Guardia Civil ha abierto una investigación y se sospecha que el autor de los daños es un empleado público. La semana pasada otra máquina se estropeó en el edificio judicial de la calle Alta, de Santander, al presionar con fuerza en el mecanismo. En este caso, se desconoce si el incidente ha sido intencionado o accidental.
El saboteador de Las Salesas derramó un ácido corrosivo en el aparato, situado en los accesos de la calle Simancas, inutilizándolo. El autor actuó por la tarde, cuando apenas hay flujo de personal en el recinto, pero cometió el error de dejar sus huellas en el bote que contenía el líquido, que tampoco tuvo la prevención de ocultar.
La Guardia Civil actuó de oficio por tratarse de un delito de daños contra los bienes públicos y está a la espera del cotejo de las huellas. Además está analizando la grabación realizada por las cámaras de seguridad exterior existentes en la calle Simancas.
La máquina dañada está valorada en más de mil euros. La de la calle Alta se puede reparar.
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