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José Luis Mazarío ante uno de sus cuadros. / ROBERTO RUIZ
«El arte cura el desasosiego y da sentido»
JOSE LUIS MAZARÍO PINTOR

«El arte cura el desasosiego y da sentido»

El artista cántabro, que celebra veinte años de vinculación expositiva con Siboney, considera que la pintura hoy en día es una elección de lo esencial

GUILLERMO BALBONA

Sábado, 31 de mayo 2008, 03:36

Dice el poeta Lorenzo Oliván, que a la hora de crear los cuadros el artista José Luis Mazarío se sitúa «desde una metafísica apegada al gozo de los sentidos o, lo que es lo mismo, desde un vínculo tan estrecho con lo físico que acaba por dotar a lo físico de un temblor y un fulgor que lo trasciende». Coherencia, poética, lucidez y madurez se aúnan en la nueva propuesta del artista, una de las figuras claves en la pintura española actual, que inició su andadura profesional de la mano de la galería santanderina Siboney cuando celebró hace veinte años su primera individual.

Esta primavera, la sala santanderina que dirige Juan Riancho acoge con éxito la octava exposición individual de Mazarío (1963) en el espacio de la calle Castelar. Bajo el epígrafe 'Caos y Armonía', el artista exhibe 35 pinturas al óleo sobre tela y tabla que configuran un cosmos singular e intenso.

-¿Cómo es el Mazarío pintor actual?

-Inquieto e inseguro pero muy libre. Quiero aprender. Busco sentido e intensidad (a veces más dentro que fuera). Más consciente del privilegio de poder pintar y enseñarlo.

-¿Qué le pide a una exposición?

-Que, al mirarla, te hagas preguntas o pasen cosas. Que salgas un poco distinto y te apetezca respirar. Algunas te dan ganas de pintar.

-Se cumplen 20 años de su relación con Siboney, ¿Cómo se manifiesta la fidelidad de una galería? ¿Qué le ha aportado la sala santanderina a su crecimiento como artista?

-Tanto Juan Riancho como Fernando Zamanillo, cuando estaba en Siboney, confiaron siempre en mis trabajos y yo en sus proyectos. Que alguien como ellos crea en tu obra vale mucho. He aprendido mucho con Siboney. Allí he visto exposiciones preciosas y allí he conocido buenos amigos. ¿Qué más se puede pedir?

-¿Qué nos enseña el arte?

-Otra forma de mirar la vida. Y que esto no es lo que parece. Que hay otros mundos en éste. Además cura el desasosiego y da sentido.

-Dígame desde fuera que le sugiere una obra de Mazarío.

-Cercanía, luz de tarde, cierta ingenuidad, otro tiempo.

-¿Cree que puede hablarse ya de un sello, de una imagen de marca tras su pintura?

-Ojalá no, preferiría una manera cambiante y poliédrica. A veces, cuando estoy muy cómodo con la obra tiendo a huir de mí, yendo al otro extremo.

-¿Qué le importa más la autocrítica o la crítica ajena?

-La ajena me afecta mucho, sobre todo la de mis amigos pintores, pero al final, en soledad, sé si tengo algo especial entre las manos o sólo son fuegos artificiales.

-¿Qué color le pone al ego?

-Multicolor y grande como un circo.

-Como al espectador de 'La rosa púrpura del El Cairo' que se sumerge en la pantalla, ¿a usted le gustaría introducirse en uno de sus cuadros?

-Sí, pero ocurre antes de pintarlos, cuando empiezas a imaginarlos y desearlos. Entras en ellos mientras los pintas pero luego ya no son nada, sólo pintura y se desvanecen cuando paseas despacio por el bosque.

-¿Considera posible la desaparición de la pintura?

-Siempre que pintas te sientes un poco niño, como cantar, parece que nos gusta. ¿Para qué perderlo? A veces, lo conocido y cercano tiene tanto misterio y atracción como lo desconocido. Lo sentimos cuando miramos un rato la cara de un ser querido, las nubes pasar o una planta que nos florece en casa. Todo lo que hacemos con las manos, desde la cocina a las caricias, nos hace sentir bien, parece magia y siempre nos va a cautivar. No por conocida la pintura deja de cautivar. ¿Cómo ha sido el S. XX en pintura? Tremendo ¿Y el S. XIX y el Renacimiento y Grecia y Altamira hace 15.000 años? ¿Y El Chauvet hace 30.000 años? Hoy, frente al empuje de las demás artes visuales creo que la pintura es una elección de lo esencial. Muy consciente y minoritaria y por ello, más especial.

-¿Quién pinta más en todo esto, el artista, el galerista, el mercado?

¯El artista es el deportista, el galerista el entrenador del equipo, el coleccionista el seleccionador y el mercado el 'Marca'. ¿Quién suda más?

-¿Qué opinión le merece la vida cultural en Cantabria?, y ¿qué aplicaría con urgencia?

-Hoy está mucho mejor que en mi juventud, cuando deseé más cultura. A veces te desborda la variedad de estímulos apetecibles. Pero deseo una mayor presencia de la cultura en la vida cotidiana y acercar más a todo el mundo la posibilidad de hacer arte como algo natural. Te da otra mirada que va cambiando a las personas y a la sociedad. Aplicaría con urgencia un freno al deterioro del paisaje con la construcción de las urbanizaciones en la costa y pueblos pequeños.

-Cantabria está envuelta en proyectos como el del museo de arte contemporáneo que nunca cuajan. ¿Qué opina de la situación?

-No tengo información suficiente para opinar pero sí hecho de menos una colección amplia y permanente de arte antiguo, clásico y moderno. A veces en una hora, voy al Museo de Bellas Artes de Bilbao y siempre vuelvo un poco 'tocado'.

-¿Cree que es necesario encauzar una política cultural de apoyo a los artistas?

-Sería un apoyo a los artistas y a toda la gente si, en cada barrio y municipio hubiera un centro cultural adecuado donde aprender, hacer y mostrar las distintas artes; y para todas las edades.

-¿No cree que se mira con mucha desconfianza al artista?

-Puede ser. El arte a veces indaga en lo íntimo, en lo desconocido e incierto, en lo indecible de las personas. Puede ser como una mosca cojonera que te obliga a mover, onanista, o visionario o como tú quieras Pero te aseguro que hay tanta sinceridad en el adolescente que grita porque quiere hacerse oir, o querer, como en el jubilado que pinta porque tiene tiempo y es feliz. Yo desconfío más de las distintas formas de violencia de los poderosos y abusones, de los fanáticos que nos ahogan y meten miedo, del deterioro de las referencias. Son como vampiros que nos roban la alegría de vivir.

-Cuando mira más allá del cuadro, ¿qué ve?

-Veo la siguiente puerta entreabierta, pero, a veces tengo la sensación de que aunque veamos reflejos de luz y sentido, a lo lejos, navegamos solos por emocionantes zonas de penumbra y abismos.

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