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«'RG' era la obra ideal para estrellarme: un auténtico desafío»
FREDERICK PEETERS, dibujante de cómic

«'RG' era la obra ideal para estrellarme: un auténtico desafío»

El multipremiado autor suizo aborda la temática policial en su trabajo más reciente

PPLL

Lunes, 7 de julio 2008, 12:01

Peeters (Ginebra, 1974) recibe en 1997 el primer premio en el Concurso de Nuevos Talentos del Festival de Sierre antes de comenzar a publicar en cabeceras como Lapin, Spirou o Strapazin. En 2001 realiza la novela gráfica 'Píldoras Azules', donde reflexiona sobre la convivencia con su pareja, una mujer seropositiva, y por la que recibe el premio Rodolphe Töpfer. Posteriormente aborda un singular experimento narrativo titulado 'Constellation' y en 2003 no solo comienza la serie 'Koma', escrita por Pierre Wazem y protagonizada por una niña y un monstruo, sino que, sobre todo, publica el primer tomo de 'Lupus'. En esta tetralogía se sirve de un viaje intergaláctico para desarrollar la odisea emocional del protagonista, obteniendo con el cuarto volumen uno de los premios Esenciales en el certamen de Angouléme de 2007. Justo ese año aparece su trabajo más reciente: se titula 'RG' y se interna de pleno en el género negro, basándose en los argumentos suministrados por un auténtico policía que firma como Pierre Dragon.

La editorial Astiberri acaba de publicar la segunda parte de esta serie que refleja la vivencia cotidiana de un agente del servicio de inteligencia francés. El álbum se titula "Bangkok-Belleville", ya que trata el tema de la inmigración clandestina desde Tailandia, plasmando con áspero realismo una historia muy lejana de los tópicos cinematográficos o televisivos.

El primer álbum de "RG" también recibió un premio Esencial en la pasada edición del Festival de Angouléme.

-Hablemos de "Píldoras Azules". ¿Fue doloroso sacar al exterior ese aspecto de tu vida?

-Doloroso, no. Obtuve dos cosas de aquella obra; primero, el poder ordenar los pensamientos: cuando uno pone las cosas sobre el papel deja sitio en la cabeza para lo que viene después. Y lo segundo es que, a medida que el ritmo de trabajo se iba instaurando, resultaba muy perturbador ver a aquel personaje de papel vivir mi vida por mí; ver cómo ese grandullón con gafas se apoderaba de ella. Sin embargo, no me resultó problemático explicar detalles o intimidades. Mientras sea verdadero y honesto, mientras no perjudique a nadie, no creo ser impúdico por contar historias de alcoba.

-¿Fue difícil encontrar el tono adecuado?

-La verdad es que no. El álbum se hizo en tres meses y son un total de 180 páginas, por lo que si se hace un cálculo aproximado se obtienen unas tres páginas diarias, descontando los fines de semana. O sea, es algo que iba muy rápido y no tenía tiempo de reflexionar. Por tanto, creo que lo que hay aquí no es algo realmente construido ni fruto de la reflexión. Y si no es patético es probablemente porque yo no soy patético. Hay algo muy fotográfico, muy sincero y directo sobre mi estado en aquellos momentos, no hay una auténtica reflexión detrás.

-¿Te sorprendió la reacción del público o fue la que tu esperabas?

-Me sorprendió a mí pero no a la gente de mí alrededor. Todo decían que ya sabían que iba a funcionar muy bien pero a mi me cogió por sorpresa. Aunque tampoco fue algo que me desbordara, la gente siguió siendo muy discreta conmigo.

-"Constellation" es un irónico juego con los mecanismos narrativos: ¿qué pretendías realmente con esta obra?

-Realicé este libro justo después del 11 de septiembre de 2001. Fui a buscar a mi hija a la guardería y me pasé 20 minutos mirando cómo jugaban los niños sin saber lo que ocurría en el mundo, mientras en Estados Unidos estaban viviendo un infierno. Y tuve un pensamiento que habrá tenido mucha gente: algunos tendrán que pagar por eso y, seguramente, van a ser los que no han hecho nada. Imaginé la historia de "Constellation" motivado por esto, la de la mujer que no es consciente de que va a morir por culpa del veneno de dos hombres que tienen problemas entre ellos. Es decir, la que va a morir es la única que no tiene que ver nada con el asunto.

-¿Empleas la ciencia-ficción en "Lupus" solo como un atractivo vehículo para narrar la historia del protagonista?

-No, me encanta la ciencia-ficción pero no en el aspecto guerrero ni místico. A mi lo que me interesa en este género es el viaje; es el único terreno en el que se puede viajar a mundos desconocidos. Lo que yo quería era establecer un paralelismo entre el estado de ánimo de mis personajes y el aspecto visual, algo que en el campo de la ciencia-ficción no tiene límites. Moebius decía en una entrevista que le gustaba la ciencia-ficción porque le permitía proyectar hacia el exterior los espacios interiores de los personajes ¿Muchas gracias por esta frase, Moebius!

-La obra es como una road-movie, ¿no? Un itinerario con un argumento de fondo pero con una serie de aventuras que se suceden por el camino

-Así es como empieza, al menos. Pero para mí, en realidad, es la historia del tránsito hacia la edad adulta del protagonista. Es el momento en que uno se da cuenta de que hay que abandonar las ilusiones de la inocencia, de cuando uno se imaginaba que íbamos a crecer de una forma diferente al resto pero en realidad vemos que vamos a integrarnos en el Sistema como cualquier otro. Es el momento en que el personaje acaba con ese tipo de esperanzas y sabe que terminará trabajando en algún despacho.

-"RG" supone un cambio de registro. ¿Por qué un autor tan poco convencional se decide por un cómic de género?

-Para no hacer lo que el lector espera que haga. También es un hecho prácticamente puntual, es algo que me propusieron y no pude negarme. Al contrario, era el tema ideal para estrellarme. O sea, un auténtico desafío.

-¿El guión ajeno te aporta diferentes perspectivas?

-Bueno, en realidad, el guionista soy yo. Los argumentos parten de una serie de charlas y entrevistas. Es decir, Pierre Dragon me proporciona materia policíaca pero eso no llenaría, como mucho, más que una tercera parte del libro. Él me da casos policiales pero no aporta ningún contenido dramático.

-¿Consideras "RG" un ciclo cerrado con dos álbumes? ¿No estaba previsto que fueran tres?

-Entre el primero y el segundo hay una evolución del personaje. Es como si los dos álbumes fueran los reversos de una medalla; en el primero todo le va bien, es un thriller sobre terrorismo, hay sexo pero en el segundo es lo contrario: llueve, nada funciona, los personajes se deprimen y el tema no tiene ningún glamour, ya que trata sobre la inmigración clandestina. Había un tercer álbum previsto, sí, pero el policía y yo no nos hemos entendido y ya no creo que el asunto se arregle.

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