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Juan G. de Riancho, director de Artesantander./ DANIEL PEDRIZA
«Prefiero implicar en la feria a una pequeña galería local que a una sala muy mediática»
JUAN GONZÁLEZ DE RIANCHO DIRECTOR DE LA FERIA INTERNACIONAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO

«Prefiero implicar en la feria a una pequeña galería local que a una sala muy mediática»

El actual responsable de Artesantander afronta una edición ambiciosa y reflexiona sobre algunas críticas que cuestionan los criterios de selección y la evolución de la veterana convocatoria artística

MAXI DE LA PEÑA

Domingo, 13 de julio 2008, 03:12

Juan González de Riancho, director de la feria de arte contemporáneo Artesantander, valora más implicar como coleccionista a una pequeña empresa local que incorporar a alguna galería muy mediática. «Hemos dado forma a una feria posible», sostiene.

En estos últimos años, desde que fue designado en el cargo, la feria se ha convertido en un referente nacional, pero también han surgido voces discrepantes en el seno de los galeristas locales. La decimoséptima edición de Artesantander se celebrará del 16 al 20 de este mes en el Palacio de Exposiciones.

-¿Cómo accedió al cargo de director hace cinco años?

-En realidad no accedí al cargo de director hace cinco años, ya que hay un año de transición en el que la feria la organiza la Asociación de Galerías de Arte de Cantabria, y es en ese momento cuando arranca mi historia personal con Artesantander. Tengo una galería de arte desde 1985, -hasta 1995 compartida con Fernando Zamanillo- y de hecho la semana que viene cumpliré 23 años de profesión. He sido vicepresidente de la Asociación de Galerías Españolas de Arte Contemporáneo durante dos años en los que la presidía Juana de Aizpuru, miembro fundador del Consorcio de Galerías Españolas de Arte Contemporáneo, miembro fundador del Instituto Español de Arte Contemporáneo, y presidente de la mencionada Asociación de Galerías de Arte de Cantabria, desde su fundación, hasta el momento en que acepté dirigir Artesantander. Y es este cargo, el que me vincula inicialmente con la feria.

-¿El traslado al Palacio de Exposiciones representa un cambio?

-Creo que por todos es sabido que la feria se venía celebrando en una carpa junto al Palacio de Festivales durante diez ediciones, y con motivo de su traslado al Palacio de Exposiciones de Santander, recinto que se inaugura con este acontecimiento artístico que supone la feria, las instituciones que lo habían fundado y sostenían activamente (Consejería de Cultura, Ayuntamiento y Caja Cantabria), deciden que el modelo de feria que se venía desarrollando hasta esa fecha, dirigido por un galerista de Madrid, (Mario Antolín de la galería Alfama), y que se había desarrollado durante diez años, no era el modelo que entendían que se debía escenificar en el flamante y magnífico nuevo recinto. Los responsables de Cultura en ese momento, encabezados por quien era consejero, José Antonio Cagigas, decidieron contar con la Asociación de Galerías, y fue la Asociación quien propuso que dirigiese María José Corominas esta primera edición que se hizo en el Palacio de Exposiciones. Supuso un punto de inflexión muy importante. Después de esta edición en la que trabajé de una forma altruista, -a causa de un cargo no remunerado- , al año siguiente y manteniéndose en el cargo el mismo consejero, con la incorporación de Juan Muñiz a la Dirección Regional de Cultura, se plantearon que preferían que la feria se dirigiese desde Santander, y me propusieron que fuese yo. Tardé un tiempo en aceptar, pero definitivamente dimití de la presidencia de la Asociación de Galerías de Cantabria después de dos años, e inicié este apasionante trabajo, con la misma entrega y cariño que aquellos que me habían precedido en el cargo.

-¿Cuáles son los criterios de selección de las galerías?

-El trabajo de selección siempre es desagradable y cuestionable, y sino que se lo pregunten a Luis Aragonés. ¿Hasta mi portera opinaba que si no iba Raúl, no merecía la pena hacer el viaje! Ahora hablando en serio, en estos cinco años se han variado ligeramente los criterios, siempre a sugerencia del comité de selección. Como ocurre prácticamente en la totalidad de ferias de arte contemporáneo, se maneja mucho el concepto de trabajar directamente con el artista. Ya no es suficiente tener unos cuadros a la venta (por simplificarlo). Una galería tiene que hacer un trabajo de promoción del artista, de difusión de su obra. Debe trabajar en contacto con el artista, aunque sean digamos artistas compartidos por varias galerías. Con esto se quiere evitar que galerías con poder adquisitivo se beneficien del trabajo de las galerías que han promocionado a los artistas.

-Ponga un ejemplo.

-Un caso práctico y aplicable a nuestra feria, sería evitar que una galería de Barcelona, por ejemplo, que viene por primera vez a Artesantander, compre unos cuadros de Ricardo Cavada y venga aquí a venderlos. Esto sería injusto para la Galería Silió que ha promocionado al artista. No ocurriría lo mismo con una galería que trabajase directamente con Cavada y trajese su obra, así el artista estará en varios stands legítimamente, ya que trabaja con varias galerías.

Un proyecto propio

Además se intenta primar galerías con un proyecto propio. Galerías que tengan un perfil que se adapte a la feria, y en este momento cuando digo feria, me refiero a un cúmulo de factores que configuran la feria: galerías que apuesten por ella, galerías que encajen en el perfil que entre todos construimos como el galerista, público, conferenciantes, críticos, coleccionistas, medios de comunicación, empresas patrocinadoras, colaboradores.

-¿Por qué 44, y no más?

-En estos años, desde que se celebra en el Palacio de Exposiciones, la cifra de galería participantes a variado sensiblemente. Desde un mínimo de 36, hasta un máximo de casi 60. El equipo se trabaja conmigo en la dirección de la feria, está en permanente contacto con los galeristas, y además de atenderles, les consulta sobre los distintos aspectos de la feria. Digamos que entre todos los participante de estas cinco ediciones anteriores, han configurado en gran medida la edición del 2008.

-'Cotauno' es un espacio impulsado desde hace dos años por la Consejería de Cultura que ha abierto las puertas a galerías cántabras. ¿Considera que Artesantander no trataba bien a la gente de aquí?

-Digamos que si Artesantander no tratase bien a la gente de aquí, 'Cotauno' como proyecto no existiría. La Consejería de Cultura trata bien a la gente de aquí, como la trata bien la feria. Porque gente de aquí somos nosotros mismos. Es esta gente la que da sentido a la feria, la que da sentido al trabajo de los artistas y si me apura a la propia Consejería de Cultura. Veo muy complicado desligar Artesantander de acciones de la Consejería. Me consta que hace un esfuerzo máximo por apoyar esta feria, igual que lo hace con otros acontecimientos ligados al arte contemporáneo. Y se lo está diciendo el director de la feria.

-¿Cuál es la tendencia artística que pretende identificar a Artesantander?

-No creo que se pueda hablar de una tendencia artística con la que identificar la feria, pero creo que después de estos años desarrollando un cierto proyecto, se puede destacar que se ha convertido en una feria muy representativa por lo que respecta al arte emergente español.

Ejemplos exteriores

Si analizamos, por ejemplo, las galerías seleccionadas en Balelatina (Suiza), en la reciente edición 2008, y con España de país invitado, vemos que casi todas las representantes españolas, o participan en esta edición como es el caso de Rafael Ortiz o Magda Belloti, por citar alguna, o han participado en Artesantander en anteriores ediciones, como es el caso de Javier Marín de Málaga, de Sandunga de Granada o de Nacho Valle de Valencia. Lo mismo ocurre con ArteBA, (la feria de Buenos Aires), pues las tres galerías españolas que acaban de exponer allí, son expositores habituales nuestros: Sicart, Blanca Soto y Metta. Creo que estas coincidencias son significativas.

-¿ARCO es un referente?

-ARCO es un referente para casi todo en el mundo del arte español. ARCO es un lugar en el que todos hemos aprendido mucho. Hemos tenidos encuentros iniciáticos. Por decir algo negativo de esa feria, creo que se hizo demasiado importante. Concita todos los anhelos y expectativas del sector. Es demasiado determinante. Referente para Artesantander lo puede ser tal vez, en aspectos organizativos, aspectos técnicos, o en cuestiones formales, diríamos.

-Entonces, ¿qué pretende ser Artesantander?

-Artesantander en estos últimos cinco años, siempre ha querido ser una feria real. Nunca ha querido competir con otros eventos como Dfoto en San Sebastián, al que cito porque era el otro referente del norte y que duró tres ediciones. Creo que todo el equipo de la feria hizo un importante esfuerzo por abrir vías de trabajo que posibilitaran un posterior crecimiento, y fuimos haciéndonos fuertes en aquello que era posible y que nuestro contexto social y económico nos permitía. Dicho claramente, valorábamos más implicar como coleccionista a una pequeña empresa local para nuestro proyecto, que incorporar alguna galería muy mediática. Hemos dado forma a una feria posible. Hemos luchado por permanecer y realizar un trabajo que confiamos que deje un cierto poso.

-Dígame nombres de galerías estrechamente vinculadas a Artesantander.

-Serían bastantes los nombres. Yo destacaría un perfil de galería. Sería muy complicado para mí explicarlo, pero creo que hay bastante en común en gran parte de las galería que vienen a Artesantander. Yo creo que desde la elección de participar, se crea un vínculo. Sea convertido en una cita muy importante para muchos profesionales. Me refiero a galerías como Espacio Líquido de Gijón, Canem de Castellón, Sicart de Villafranca, ADN de Barcelona, o La Caja Negra de Madrid. Son unos extraordinarios difusores de Artesantander. Nos hacen una publicidad impagable.

-¿Qué volumen de negocio se mueve?

-Concretar esto es imposible. En la pasada edición se habló de 200 ventas. Hay que tener en cuenta de que estamos hablando de una feria con galerías que tienen mas que ver con la promoción de artistas que se podrían considerar 'futuribles'. No hay piezas con precios importantes. Yo creo que la última pieza cara, realmente cara, se vio por última vez en la edición de 2003, y era un Chillida que trajo la galería Colón XVI de Bilbao.

-Hablemos de las voces críticas. Por ejemplo Carmen Carrión, veterana galerista, denuncia que Artesantander la tiene vetada.

-En la feria hay un comité de selección que cobra por hacer su trabajo, y yo como secretario del comité, sin voz y sin voto, pero testigo de sus deliberaciones, doy fe que hace su trabajo. Se trata de tres personas que deciden las 32 galerías que participan en el programa general, que es al que Carmen Carrión solicita participar, y en el que puede estar excluida, ya que en 'Cotauno', no solicita participar, porque ya no tendría polémica, tendría un stand, y le tocaría defender al artista que presentase, -como hacemos otras doce galerías de esta región-. Las tres personas que forman el comité son buenos profesionales y resulta impensable que el director del Museo de Bellas Artes de Santander, Salvador Carretero, el ex director del Reina Sofía, Juan Manuel Bonet, y un galerista importante, que ha tenido espacio expositivo en Zaragoza, Madrid y Barcelona, que es el responsable de los contenidos artísticos del pabellón de Aragón en la Expo, entre mil historias, tengan interés en vetar a nadie. En una entrevista ella manifestó que se sentía vetada, y junto a esta afirmación también decía que la Consejería de Cultura no la trataba como se merece, «que ni se acordaba cuando fue la última vez que la compraron alguna obra», lo que inducía a pensar que se refería a un largo periodo de tiempo. Yo sobre lo primero no puedo ayudarla, ya que parece un sentimiento. En lo segundo sí puedo ayudarla: la última vez que la compró una obra la Consejería de Cultura fue precisamente en Artesantander, y no le compró una obra, ¿Le compró cuatro! Fueron cuatro piezas -fotografías de Vaquero, que estaban francamente bien-. No sé si es lo último, pero esto ocurrió en julio de 2006.

-Se habla en estos ambientes críticos de haber convertido la feria en un coto privado y de haber una 'semiguerra' entre dos grupos de galeristas.

-He leído una reciente entrevista a Francisco Revilla. Ciertamente no tiene desperdicio, no en lo que alude a su celebración del vigésimo aniversario de la galería, ya que de esto me alegro mucho y le felicito, pero todo lo relacionado con Mario Antolín y Artesantander, merece ser repasado, y analizado.

Puntualizaciones

Cuando Revilla se refiere a Antolín, nunca lo hace como el galerista que él eligió para dirigir la feria, sino que alude a su «bagaje extraordinario del mundo del galerismo», además de ser «un respetado crítico de arte y director general de teatro». Más adelante se le pregunta si es ético que un galerista sea el director de Artesantander a un señor que contrató a un galerista para que dirigiese Artesantander. Revilla contesta que el no juzga la ética o la moral, pero que le resulta chocante. Y yo me pregunto: ¿Por qué Revilla hizo algo como elegir a un galerista para dirigir la feria si le resultaba chocante?. A nadie le cabe la menor duda de que mi situación -yo tengo una galería-, soy un galerista que dirige Artesantander, es bastante similar a la que fue en su momento la de Mario Antolín, otro galerista. Pero hay una diferencia, para complicar el tema un poquito más; La diferencia es que a mí, a un galerista, me proponen dirigir la feria los responsables de Cultura del Gobierno de Cantabria. A Antolín, que era también era galerista, le propone dirigir la feria otro galerista, que era el presidente del consejo de administración de Caja Cantabria.

-¿Cortada por el mismo patrón?

-Revilla dice que todas las ferias se crean cortadas por el mismo patrón, con camarillas incluidas. Viniendo de alguien que crea una feria, creo que esto yo sí lo consideraría chocante. Sobre la 'semiguerra', si repasamos la hemeroteca no se se encuentra ni una sola declaración mía en diez años sobre las diez primeras ediciones de Artesantander dirigidas por Antolín. Creo que me pasé esos años trabajando. Me gustaría recordar ahora, que la única galería de Santander que no participó nunca en la feria durante esos diez años, fue Siboney. El resto, en todas o en alguna edición sí lo hicieron. Con esta situación, veo complicadísimo encontrar los bandos de los que se habla en los ambientes críticos.

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