La voz antillana del PSOE

Es la nueva estrella de un PSOE decidido a convertirse en el «partido de los inmigrantes», a juzgar por lo que se pudo ver en el reciente 37 Congreso Federal. Zapatero y José Blanco han escogido cuidadosamente a una mujer a la que puede considerase ya asimilada después de 23 años en España. Cuando fue presentada por Blanco en rueda de prensa el pasado domingo dijo en su «antillano» meloso: «La sangre de Lucrecia no se derramó en balde. ella es protagonista de la posición dirigencial que asumimos. Seguiremos trabajando para que esta sociedad cambie y sea más respetuosa con los inmigrantes». Bernarda Jiménez (Moca. Repúblioca Dominicana. 1950) rememoraba así el shock que produjo en la comunidad dominicana el asesinato, en 1992, de Lucrecia Pérez a la salida de una discoteca en Aravaca (Madrid).

Doctora en Medicina por la Universidad Autónoma de Santo Domingo con una tesis doctoral sobre «Desnutrición Infantil en una Comunidad Rural» -un problema grave en la isla-, Jiménez ha estudiado en Nueva Jersey (EEUU), también ha realizado un curso sobre Endocrinología en la Complutense de Madrid y tiene un master en Nutrición de la Universidad Autónoma (UAM).Ha sido Directora del Centro de Tratamiento y Prevención de Enfermedades Parasitaria Cáritas Dominicana y Directora del Centro de Salud de Juan Dolio..

Desde su llegada a España en 1983 trabaja con inmigrantes. Fue directora de la Revista «En Dialogo» dedicada a temas de Inmigración. Ha escrito varios artículos parea esa y otras publicaciones, y ha participado en Seminarios, Congresos y Mesas redondas sobre Inmigración en Revistas Nacionales e Internacionales. Ponente en el Primer Congreso de Asociaciones de Inmigrantes Dominicanos en el mundo, celebrado en El Escorial el año 2002.

Autora del libro «Asociacionismo e Inmigración» y coautora del libro «Mujeres Inmigrantes, el Corazón Peregrino», Bernarda Jiménez sabe que su labor no va a ser méramente estética. Zapatero y Blanco confían en atraer para el Partido Socialista Obrero Español gran parte del millón de votos de inmigrantes hispanoamericanos que van a poder votar en las elecciones municipales de 2011 cuando entren en vigor los acuerdos de España con los países de origen.