Secciones
Servicios
Destacamos
María Evangelina Cobo Zaballa
Lunes, 14 de julio 2008, 03:53
Señor director:
Soy una mujer. Una paría. Un cúmulo de despropósitos. Omitida. Ninguneada. Maltratada. Avasallada. Desposeída de todo lo suyo. De lo más querido y por siempre de los siempre, más amado. El origen. La tierra. La identidad. La sal de las sales. Soy saharaui. Mantengo mis raíces con tenacidad, abolengo y valor. No pido nada que no sea mío. Nada que sea de otros. Nada que no me pertenezca por honor y justicia.
Soy una mujer saharaui. ¿Han profanado mi casa, mi estirpe! ¿Me lo han robado todo! No quiero guerra, las guerras solo traen desgracias. ¿Pero, no puedo seguir por más tiempo así! Vosotros, los comedores. Vosotros, los sacamantecas. Vosotros, los engaña niños. ¿Devolvedme la tierra o tendré que tomar la hiel más amarga, la sangre de los hijos de mi sagrado vientre! Más de treinta años apretando dientes. Sofocando lágrimas. Vomitando fuego. Almacenando resquemor.
Vosotros, si, vosotros, dictadores pasivos. Benefactores. Compasivos. Defensores de los derechos del mundo. ¿Jajarajaja! Si, el vuestro.
Mientras mi pueblo y otros pueblos, se dispersan, se desangran y mueren, en vuestra sinvergonzonería, irresponsabilidad y poco juicio. ¿África es un campo de exterminio y vosotros, nazis de los nuevos tiempos!
D.N.I:13.748.591
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.