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JOSÉ LUIS OCEJO
Lunes, 28 de julio 2008, 03:09
No hay duda de que el Festival Internacional de Santander ha adquirido a lo largo de sus 57 años una identidad singular y que ha logrado ya una «forma de ser» reconocida por su prestigio y la coherencia de sus anuales convocatorias ininterrumpidas. El Festival es ya una «forma de ser» que ha venido siendo desde hace 57 años, ha configurado sus perfiles y ha venido gestando una identidad que hoy es inconfundible e inevitable como referencia cultural dentro y fuera de nuestras fronteras. Pero también es un Festival querido, es nuestro Festival, una "forma de sentir", acercándonos al umbral del pensamiento que Zubiri glosa en su Inteligencia sentiente, un espacio entrañable que estimula nuestros afectos y nos reúne cada año para sublimar la expresión de nuestras emociones estéticas. Los cántabros sentimos el Festival como una 'cosa nuestra', donde compartir vivencias y sentir el orgullo de nuestros rincones históricos. También de los que nos visitan y de los que muestran desde el escenario el arte interpretativo y creador sintiendo el calor de nuestra hospitalidad y la emoción de nuestros marcos.
Para los que cada día del año diseñamos su programación, el Festival es más que un sentimiento, es una pasión que solo superamos cuando su diseño está cumplido y hacemos públicos sus contenidos. Es entonces cuando nuestra excitación se dispara hasta el momento de constatar que nuestra misión ha sido cumplida.
Este momento ha llegado y el 57 Festival Internacional de Santander que hemos configurado todos los que trabajamos para ello es el que a continuación detallamos y publicamos en este programa.
Es un Festival que quiere recordar a Ataúlfo Argenta en el cincuentenario de su muerte. Quiere recordarlo con admiración y gratitud porque sin él, sin su impronta y sin su carisma, el Festival que hoy presentamos no hubiera alcanzado estas cotas de prestigio, ni hubiera gozado de la sólida identidad que hoy disfruta. A él, alma y motor del Festival Internacional de Santander desde sus inicios, nuestro reconocimiento y a él, para quien el Festival fue una auténtica pasión, a ti, Ataúlfo Argenta, te dedicamos esta 57 edición de tu Festival.
Todos los contenidos de esta convocatoria han ido construyéndose sobre su memoria apasionada dirigiendo nuestros pasos, desde la magia escénica de la Ópera y el Ballet hasta el exotismo de las culturas trashumantes que adornan el exhorto del Año Europeo del Diálogo Intercultural. Recitales, conciertos corales y camerísticos de la más variada textura, música de color español, músicas del presente, estrenos absolutos, homenajes, efemérides españolas y universales, todo ello protagonizado por artistas consagrados y jóvenes que inician la andadura de un futuro ensoñador. Pero la memoria de Argenta se filtra inevitable por los poros del Universo Sinfónico, un espacio que se ornamenta con las mejores orquestas del mundo y los directores más destacados, un espacio cuyo punto álgido contemplará la apoteosis beethoveniana que Ataúlfo nos legó con aquella Novena Sinfonía de la Porticada, esta vez de la mano y del corazón de Zubin Mehta al frente de la Orquesta Sinfónica del Maggio Musicales Fiorentino en el Palacio de Festivales de Santander.
Una año más, el Festival es el marco para las fases finales del Concurso Internacional de Piano de Santander Paloma O'Shea, alarde de los concursos internacionales que en su XVI edición honra a los santanderinos por su denominación y al Festival por su ubicación.
El Festival, atento a su internacionalidad, ha sentido como propia la llamada del Año Europeo del Diálogo Intercultural promovida por la Asociación Europea de Festivales, Asociación a la que este Festival pertenece con orgullo y responde con un ciclo dedicado a las culturas trashumantes (Música de las culturas gitanas desde la India a Europa) cuyo desarrollo estará patrocinado por la Fundación Marcelino Botín en el idílico valle cántabro del Nansa.
Y como cada año, desde hace 38, el Ciclo Estival de Música Coral y de Órgano de la Bien Aparecida que desde la cima callada de sus montañas proyecta el haz sonoro del Festival de Santander hacia todos los rincones de Cantabria, cuyos Marcos Históricos citan y concitan con su atractivo la presencia de las gentes de todo el mundo.
A todos, a los que colaboran día a día, a los que nos apoyan, a los que nos visitan, a los de aquí, mi gratitud.
José Luis Ocejo es director del Festival Internacional de Santander. El FIS quiere recordar a Argenta con admiración y gratitud porque sin él, sin su impronta y sin su carisma, el Festival no hubiera alcanzado estas cotas de prestigio
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