El club arrastra un importante déficit que propicia la intervención de la Comisión de Seguimiento

Aunque son un secreto a voces, las deudas del Balonmano Cantabria siempre han estado rodeadas por una gran inconcreción de cara a la opinión pública.

Cuando accedieron al club los actuales directivos después de ganar las elecciones, mucho se rumoreó sobre lo que se habrían encontrado en la contabilidad, pero en ningún momento se ofreció una explicación clara y meridiana.

En la actualidad se conoce, después de que el presidente, Pedro Ruiz, lo comentase con algunos allegados, que la deuda asciende al millón de euros.

Los principales acreedores son Hacienda y Seguridad Social; entre estos dos organismos casi suman el 50 por ciento de la deuda, con unas cifras que están en el orden de los 400.000 euros. Con estas entidades ya hay unos acuerdos para el pago aplazado de las cantidades pendientes. Cuando accedieron al club, con Roberto González al frente, la deuda era aun mayor. Se fue salvando la situación pero, en la actualidad, las deudas a jugadores y proveedores se hacen muy difíciles de paliar. Hay embargos que dificultan la llegada de liquidez para poder gestionar el día a día del club.

Asimismo, hay acreedores que han gestionado el pago aplazado y parte de la deuda la han convertido en contraprestación publicitaria. En algunos casos el convenio especificaba que el pago de cualquier suministro tendría que hacerse por adelantado. Incluso se negoció el pago hasta fechas del año 2009.

Los jugadores son los más preocupados. Hay algunos que intentaron negociar el cobro de sus cantidades pero les resultó imposible llegar a conseguir acuerdos. Las cantidades pendientes de cobrar por los jugadores son los contratos de publicidad y derechos de imagen. Se da la circunstancia de que en algunos casos por estos conceptos se les adeuda todo un año de competición.

La actual directiva, en la última asamblea, contó con el respaldo de 45 socios de los más de mil que, según sus cifras, tiene. Sin duda, un pequeño respaldo a la entidad y sobre todo de cara a conocer los complicados momentos económicos que atraviesa.

Al final, el Cantabria deberá afrontar una serie de reclamaciones por parte de los acreedores, entre los que se encuentran algunos ex presidentes y directivos que en su momento adelantaron dinero para el funcionamiento diario del club. Una deuda que ahoga al Cantabria y que propició su salida de Asobal.