Y se fue de compras a un bazar

Viernes 8 de agosto. Ocho de la tarde. Una conductora llega a la calle José Posada Herrera número 11. Deja su flamante vehículo sobre la acera, que queda cerrada impidiendo el paso, rodeada de bolardos, subida en la plataforma especial para minusválidos y sobre un paso de cebra. Se baja del vehículo, cierra la puerta y se va... a cincuenta metros, entrando en un bazar de venta de productos chinos. Sin inmutarse. Cuando la incívica ciudadana regresa al coche, pasados bien los diez minutos, se encuentra con un agente de la Policía Local esperándola con el boletín de denuncia en la mano. El agente tuvo aún más que oír.