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NACHO CAVIA
Domingo, 24 de agosto 2008, 02:37
Toda la historia de Cantabria se podría resumir en lugares como San Felices de Buelna. Los yacimientos arqueológicos encontrados en el municipio dan cuenta de una cronología prácticamente ininterrumpida desde el primer hombre que piso Cantabria hasta nuestros días. Un dato que representa que la prehistoria e historia de San Felices de Buelna puede servir de ejemplo de la prehistoria e historia de Cantabria.
Yacimientos como el del Estorregao; restos con más de 100.000 años de historia; la cueva de Hornos de la Peña, la de los Hornucos, la de Sovilla o la de Callejajonda; castros cántabros como el del Pico del Toro o el de las Lleras, con muros de más de dos metros de altura; o el de Peña Mantilla, muy bien conservado; además de la fortificación amurallada en Tarriba, el campamento romano de más de 2.300 metros de perímetro, la Torre Pero Niño o la arquitectura señorial de los últimos siglos, son las claves para un árbol genealógico que además cuenta con personajes trascendentales en la historia de España. Todo ello llevó a la Corporación hace unos años a solicitar la declaración del municipio como Parque Arqueológico. Y hace unos días a editar un tríptico que recoge parte de esa riqueza bajo el lema, como no podía ser de otro modo, 'Toda la historia'.
Macizo del Dobra
Pero antes del hombre, llegó la naturaleza, y San Felices de Buelna disfruta de algunos parajes de riqueza inigualable, como el monte Tejas o el macizo del monte Dobra, culpable en buena medida de la pronta presencia del hombre en el valle, al proteger todo el entorno del viento Norte. Destaca especialmente la riqueza hídrica que encierra el macizo, aguas a las que la Confederación Hidrográfica del Norte otorga la calificación de aptas para salmónidos, bioindicador de la mayor calidad. Cuatro kilómetros y medio de río interior, un gran almacén de agua potable que podría abastecer a toda la comarca.
Especies únicas
Pero hay más. En el macizo se encuentran animales que a nivel mundial están protegidos, y que han servido para crear una nueva era en el estudio de caracolillos, escarabajos y arañas. El Dobra también encierra una gran riqueza histórica, con castros cántabros de importancia trascendental en el estudio del modo de vida de los pobladores autóctonos y sus escaramuzas contra los romanos.
Incluso se ha detectado la existencia de un dolmen en Sopenilla, monumento megalítico hallado en el monte Dobra, dolmen simple construido en caliza que se situaría entre los 4.000 y los 3.000 años antes de Jesucristo. En definitiva, el Dobra acoge manifestaciones que van desde el Paleolítico Superior, como la cueva de Sovilla -con figuras de Arte Rupestre, que habría que suponer en estrecha relación con las cuevas de Hornos de la Pe-ña y del Monte de El Castillo-, hasta la Edad del Hierro, con los castros cántabros, enclaves que jugaron un importante papel en el conflicto de las Guerras Cántabras, como parecen atestiguar los restos cercanos del campamento romano.
Campamento romano
El concejal de Cultura y autor del tríptico 'Toda la Historia', Federico Crespo, es, además, el descubridor del enclave ocupado por el campamento romano de Tarriba, hallazgo de importancia mundial, por encima del de Aquitania, en Francia, por su mejor conservación, y del de Masada, en Israel, por ser de un tamaño mucho mayor. Se trata de un recinto fortificado con muralla y foso exterior con puerta en clavícula, propia de las construcciones romanas.
En el camino que lleva al campamento romano, se halla la 'gran desconocida', una de las cuevas más importantes de la región. Ubicada en el pueblo de Tarriba, la cueva Hornos de la Peña fue descubierta en 1903, visitada por el rey Alfonso XIII en 1924 y declarada Zona Arqueológica y Monumento Histórico Artístico Nacional el 25 de abril de ese mismo año. Este santuario de arte rupestre alberga grabados de sumo interés para el estudio del arte paleolítico con toros, bisontes, caballos, cabras representando un tipo análogo a la de Altamira.
Patrimonio arquitectónico
Por otra parte, dentro del patrimonio arquitectónico de San Felices, destaca también la Casa-Palacio-Fortaleza de San Jorge, en el pueblo de Tarriba, edificación del siglo XVII, que comparte protagonismo con grandes casonas montañesas de los siglos XVI al XIX, palacios, portaladas timbradas y escudos heráldicos que dejan entrever el rico y esplendo-roso pasado de San Felices de Buelna.
Como ejemplo, destacar la portalada y el escudo del Palacio de la Cava -casa principal de los Ceballos-, la Casa Palacio del Conde de las Bárcenas o la de González de Quijano. En una de esas casas vivió una familia que lideró episodios cruciales de la historia de España, como Pedro Cevallos Guerra, un hombre que nació en San Felices de Buelna y que ocupó desde 1801 los más altos cargos políticos de España.
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