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Imagen de una reunión de alcaldes convocados por la Federación de Municipios de Cantabria. / DM
Los ayuntamientos, con el agua al cuello
CANTABRIA

Los ayuntamientos, con el agua al cuello

Los municipios capean la crisis económica y el parón inmobiliario seguros de que seguirán prestando los servicios básicos a los vecinos, pero sin gran margen para más

VIOLETA SANTIAGO

Lunes, 15 de septiembre 2008, 12:00

Seguramente, no se ahogarán. Pero muchos tienen el agua al cuello. Los ayuntamientos de Cantabria están sufriendo en los últimos meses con crudeza la crisis económica. Por un lado, porque se están dejando de ingresar los jugosos impuestos que generaba la construcción. Por otro, porque el Estado, que está revisando a la baja todas y cada una de sus previsiones de crecimiento, ha anunciado que queda pospuesta la tan traída y llevada reforma de la financiación local, que muchos esperaban expectantes queda pospuesta. Un buen jarro de agua fría para muchos.

En Cantabria, el primero en denunciar con altavoz lo que la mayoría de los alcaldes cuenta en corrillos ha sido Íñigo de la Serna, autoridad municipal de Santander. De la Serna declaró sentirse «engañado» por las previsiones económicas del Gobierno, que no tienen ningún viso de cumplirse, lo que dañará de forma significativa los ingresos de las arcas de la ciudad y, por lo tanto, habrá que ir pensando en apretarse el cinturón y revisar a la baja ciertas partidas de los presupuestos santanderinos.

Y su denuncia tiene una parte de campaña política -el PP ha decidido ser beligerante con el Ejecutivo de Zapatero por esta cuestión- pero otra gran parte de cruda realidad. Por este motivo, el alcalde de Santander reclamó esta semana a la alcaldesa de Torrelavega, Blanca Rosa Gómez Morante, que se ponga al frente de una reivindicación colectiva de los ayuntamientos ante el Estado en su calidad de presidenta de la Federación de Municipios de Cantabria, (FMC). Este periódico intentó conseguir, sin éxito, una respuesta de la FMC al respecto.

Que llegan vacas flacas para los ayuntamientos lo corroboran los tres alcaldes consultados por este periódico. Mercedes Toribio, de Los Corrales de Buelna (del PP), Saturnino Castanedo, de Cartes (del PSOE) y Eduardo Ortiz, de Campoo de Yuso (del PRC) admiten que éste no es un año para echar las campanas al vuelo y que tampoco lo será, previsiblemente, el próximo ejercicio. Esto es lo que cuentan.

LOS CORRALES DE BUELNA

Mercedes Toribio, que gobierna sobre siete millones de euros anuales, asegura que, en su ayuntamiento, sólo se podrá crecer, «y lo justo, justo», en prestaciones sociales a los vecinos. Y se hará a costa de ir suprimiendo gastos «llamémosle superfluos, por decir algo». En este epígrafe encuadra «festejos, ayudas a determinadas agrupaciones, gastos de protocolo.... Tendremos que mirar todavía mucho más que hasta ahora a dónde va cada euro».

La crisis económica general llega a Los Corrales en una situación «que ya era durísima. El municipio sufrió una gestión espantosa del equipo de Gobierno anterior y nos encontramos en pleno proceso de regularizar los ingresos municipales. Hemos tenido empresas en el polígono industrial funcionando sin estar dadas de alta y que no pagaban impuestos. El servicio de Intervención está haciendo un gran esfuerzo para solucionarlo».

Se partía, pues, de una base «caótica», a lo que la alcaldesa suma que «este Gobierno regional no se distingue, precisamente, por ser muy justo en el reparto de programas y subvenciones». «Aquí no llegó nada en la anterior legislatura y, ahora, muy poca cosa. Hemos firmado, por decir algo, un convenio con la vicepresidencia del Ejecutivo para implantar el 'catering' social, que nos hace mucha falta. Y para de contar. Del resto recibimos pequeñas partidas a todas luces insuficientes. Ahora mismo estamos necesitados de ayuda».

Toribio agrega que, estos últimos años, en Los Corrales se ha crecido en prestaciones a los ciudadanos, «pero muy por debajo de lo que hubiéramos necesitado, en teleasistencia y ayuda al domicilio. Aunque, ahora, de pensar en proyectos novedosos, nada».

CARTES

En Cartes, el presupuesto anual ronda los cuatro millones de euros, de los cuales aproximadamente el 20% se va a gastos que no corresponderían al ayuntamiento, señala vía correo electrónico el socialista Saturnino Castanedo. El alcalde calcula que este año, por licencias de construcción, se ingresará sólo el 60% de lo que se había previsto, «por lo que, lógicamente, sentiremos el efecto de la crisis». Confía, sin embargo, que por las características de su zona, «estemos en un bache pasajero y poco profundo». De hecho, espera que algunas acciones en marcha, con el Gobierno de Cantabria, como un polideportivo, «no se paren».

El regidor de Cartes ve dos problemas graves en lo que llama la 'hermanita pobre' de la Administración (los ayuntamientos): «muchos de los servicios que prestamos son deficitarios». A esto se agrega la «rémora» de tener que dar soluciones a problemas cercanos de la gente. «Lo que conocemos como competencias impropias». Lo primero se solucionaría, argumenta, si los ciudadanos que pueden sufragaran el coste de sus servicios y las administraciones se los subvencionaran sólo a quien lo necesite.

CAMPOO DE YUSO

En Campoo de Yuso, las fiestas pasarán a ser «más sencillas y las asociaciones, agrupaciones y ONG,s que funcionan apoyados en el ayuntamiento lo sufrirán: si antes se les daba 400 euros, habrá que dejarlo en 200». Es el vaticinio de Eduardo Ortiz, un alcalde que gestiona 600.000 euros de presupuesto anual, con el que llega «muy, muy justo» a cubrir las demandas de primera necesidad de los vecinos.

Yuso no sufrirá con el parón de la construcción, porque su ritmo de edificación no ha variado: «más o menos, 30 licencias por año. No nos beneficiamos del 'boom inmobiliario'», subraya el regionalista. Pero así tampoco hemos tenido que sufrir este frenazo en seco».

Éste un municipio que, al contrario que la mayoría, tendrá ingresos extra este año. Se beneficiará, en calidad de colindante con un pantano, de un IBI de características especiales, por medio del cual el Ayuntamiento recibirá 50.000 euros extras de la Administración central. «Estos 50.000 euros representan mucho para nosotros. Son casi el 10% del presupuesto anual». Y este ingreso extraordinario permitirá rebajar la presión tributaria sobre los vecinos, que pagarán menos IBI.

Así que la mayor queja de Ortiz sobre financiación municipal no tiene que ver con la actualidad. La suya viene de lejos, porque no entiende que, desde la Administración regional, por ejemplo, se trate a los ayuntamientos pequeños, como el suyo, «como si fuéramos niños. Nos subvencionan, pero a veces para programas que no nos solucionan problemas reales. Se guían por modas. Si nos dijeran: te doy 10 y empléalo en lo que más falta te haga, sería mil veces mejor que lo que se hace ahora, que es convocar programas y programas que sólo cogemos para ir haciendo cosas. Pero que no dan respuesta a las necesidades concretas».

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