La espera más larga

Los comerciantes que ejercen sus profesiones en la plaza de abastos de Los Corrales de Buelna tendrán que esperar un día más para conocer su futuro y el del edificio. La vista fijada ayer por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Santander sirvió solo para que, de mutuo acuerdo entre las dos partes, representantes legales del Ayuntamiento y afectados, se busque en 24 horas una solución que permita mantener abierto el mercado.

En principio, los servicios técnicos municipales comenzaron ayer a estudiar la posibilidad de que se cierre el ala oeste de la plaza, afectada por la rotura de una cercha en su tejado, reubicando los puestos en la zona este, próxima al Teatro Municipal, mientras se reparan los daños del edificio. Solución que permitiría mantener abierta la plaza corraliega.

Si esa propuesta, que ya aportó el representante de los afectados al comienzo del conflicto, fuera posible, se levantaría hoy la orden de desalojo y los cinco comerciantes podrían volver a sus puestos: uno al suyo de siempre, los otros cuatro a los locales libres de la zona este del inmueble, practicamente desocupada.

Todo ello dependerá de las posibilidades técnicas y económicas, estas últimas mínimas, del Ayuntamiento ante una posible reparación.

Otra posibilidad es que los servicios técnicos se decanten por la imposibilidad de reparar o apunten a la ruina del edificio, con lo que se mantendría la orden de desalojo que entró en vigor el pasado sábado y habría que hablar de otras opciones de futuro, ya con la plaza cerrada a perpetuidad y pensando más en el derribo inmediato del edificio que en otra cosa. Un estudio que tendrá que hacerse en un día, a pesar de que el conflicto cumple ya su décima jornada y que la rotura de la cercha tuvo lugar el pasado 16 de julio.

Nueva vista

Hoy, a la una del mediodía las partes comparecerán de nuevo ante el Juzgado número 1 de lo Contencioso Administrativo de Santander. El Ayuntamiento deberá hacerlo con un informe técnico definitivo sobre la plaza de abastos. A primera hora de la tarde, los comerciantes ya tendrán conocimiento de su inmediato futuro. De momento, y desde primera hora de ayer, la plaza permanece cerrada. Y los afectados y sus familias esperando fuera una decisión firme ante la que poder reaccionar, ya sea para buscar otro modo de vida o para continuar con lo que han hecho siempre.