«Contra la crisis, no parar»

«En tiempo de crisis, la solución es no parar, seguir ejecutando proyectos como este, una obra que para el presupuesto de Cantabria se puede calificar como faraónica, no en vano es, unitariamente, la más cara que hemos llevado a cabo en los últimos años en la comunidad». Así se pronunció el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, tras comprobar la marcha de las obras de la futura CA-170, entre Barros y Puente Viesgo, presupuestada en 37 millones.

El presidente estuvo acompañado por el Consejero de Obras Públicas, José María Mazón, y representantes de los ayuntamientos implicados, Los Corrales, Serviliano González, San Felices, González Linares, y Puente Viesgo, Rafael Lombilla, entre otros.

Revilla incidió en que se trata de una carretera «fundamental para vertebrar Cantabria», conectando el Pas con el Besaya, un nudo de comunicaciones que beneficiará a la futura gran área industrial, urbanística y medio ambiental de la zona, dijo.

Por su parte, Mazón recalcó que para la primavera la carretera estará abierta en su totalidad, casi 11 kilómetros desde Barros a Aes. También los alcaldes destacaron la importancia de una obra que incluye uno de los puentes más largos de la región, que salvará el Besaya, el tren y varias carreteras.

Dar nombre al puente

Una de las preguntas que ayer se hacían los responsables del Gobierno regional y los ayuntamientos era cual podía ser el nombre de tan singular puente. Y aunque se manejaron varias alternativas, la que más fuerza parece tomar es la de dar a ese puente el nombre del inventor iguñés Leonardo Torres Quevedo, una idea propuesta por el propio presidente.