«La ventaja de la mala memoria es que se olvida el pasado que hay que retocar»

Es imposible trazar un itinerario gráfico de la memoria santanderina del siglo XX sin la cámara de Ángel de la Hoz. La mirada del fotógrafo de Solares, elegante y discretamente certera, un testigo/testimonio silencioso cargado de profundidad, ha atravesado las estancias de la cultura, ha dejado constancia de las huellas del tiempo sobre lo cotidiano y, en especial, ha dibujado la cartografía esencial de los rostros protagonistas de más de medio siglo de creación en Cantabria. Su autorretrato singular, su viaje al pasado, copioso en datos y nombres, y su radiografía sentimental alimentan sus 'Memorias con Arte' que ven la luz estos días a través de Valnera Ediciones. Palabra e imagen se funden en un paisaje habitado por lo personal, familiar y profesional para mirar de frente al pasado. El próximo jueves el Ateneo acogerá el acto de presentación de las Memorias.

-Hago mías sus palabras del prólogo: ¿'que interés puede tener la vida de un señor a quien no le ha ocurrido nunca nada más que lo que le haya podido pasar a cualquiera'?

-Esa misma pregunta me hice cuando Valnera me propuso realizar una autobiografía como fotógrafo, propuesta que rechacé en un principio por ese mismo razonamiento. La contraréplica fue que si yo estimaba no tener nada especial que contar de mi vida profesional, sí podría hacerlo del entorno en que viví y de las personas que traté y que, además, fotografié en muchos casos.

-¿Qué cuenta en realidad?

-Además de mis inevitables vivencias, he pretendido describir el ambiente de la sociedad en que desarrollé mi trabajo profesional y los avatares culturales que viví con la gente del arte y la literatura, en una época proclive a una evolución rápida de estos campos.

-Le invito a que Angel de la Hoz retrate a Angel de la Hoz

-¡Me niego a hablar mal de mí mismo!

-En esa mirada atrás,¿qué imagen retocaría fotográficamente de su vida?

-La ventaja de tener mala memoria es que lo primero que se olvida son las imágenes que hay que retocar...

-Al despertar esa esquiva memoria, ¿se ha encontrado con muchos resquicios, claroscuros, mirillas....y habitaciones oscuras?

-Me remito a mi anterior reflexión. Además, las imágenes de estos resquicios... saldrían desenfocados.

-Del Santander que recorre su escritura, ¿qué le merece más interés, o qué reivindicaría; y, por el contrario, qué le parece destinado a olvidar?

-Creo que la época de posguerra, el afán generalizado de superar su gran trauma, es digno de recordar. Y olvidar, todo lo que pudo entorpecer este deseo.

-¿Diría que tiene un ojo público y otro privado?

-Sí, tengo dos ojos. Pero empleo los dos al mismo tiempo.

-¿No cree que la fotografía es un arma fundamental para rescatar la memoria colectiva?

-Efectivamente, la fotografía siempre ha sido un buen documento de los tiempos pasados, arma de largo alcance, complementaria de la historia escrita.

-Se lo preguntaba el otro día a uno de sus colegas. ¿Cómo es el mundo a través de la cámara?

-A través de la cámara no se ve el mundo: solamente una parte de él. Esto quiere decir que al mirar por el visor estamos seleccionando una parte de nuestro entorno. Y esto es lo que vemos, lo que no quiere decir que el mundo sea así, sino que así lo sentimos, que así lo queremos.

-¿Considera que la fotografía está amenazada por las nuevas tecnologías, o más bien estamos en el germen de una revolución?

-No, en absoluto. Después de más de un siglo, la técnica fotográfica no ha sufrido más que una gran revolución: el paso del daguerrotipo al negativo y copia positiva al bromuro de plata. La actual llegada de la fotografía digital supone otra gran revolución, que aporta un nuevo camino con enormes posibilidades técnicas, herramienta para una libérrima creación en todos los campos.

-¿Cómo ha seleccionado las imágenes de los libros de Valnera?

-Para el primer tomo escogí las fotografías que podían ilustrar lo dicho en el texto. Para el segundo, aporté en blanco y negro una colección de retratos y en color obras de creación, ilustraciones de libros y fotografías para publicidad. Por imposiciones de maquetado e impresión, las fotografías en color del segundo tomo han pasado al primero y se han reducido los retratos.

-¿Hágame un retrato, una pincelada de tres personajes: Pancho Cossío, José Hierro y Manuel Arce.

-Creo que una pincelada valdría pora los tres: aquella que les une y los separa, su fuerte personalidad.

-Vayamos a lo esencial. ¿tiene el mismo concepto de la fotografía a sus 85 años que cuando empezó ?

-En el libro de mis memorias dejo dicho como Nicolás Muller irrumpió en el campo fotográfico español y, junto al Grupo Afal de Almería, nos confirmó en la fotografía pura, acabando con la fotografía-pintura cuyo epígono era por aquel entonces Ortiz Echagüe. En el estudio se hacía una fotografía que podríamos calificar 'de sociedad' para bodas, puestas de largo,etc.; pero, paralelamente, otra totalmente según el nuevo criterio.

-¿Qué le ha aportado la fotografía a su vida?

-La fotografía, mi profesión de fotógrafo, ha sido mi realización como artista plástico y mi camino por el que he ido viviendo y creando una familia.

-¿Cuál debe ser la mirada del fotógrafo en en estos nuevos tiempos?

-Hoy plásticamente todo vale. Pero cada técnica tiene sus propias características. La obra que no se aparta de ellas, el artista que sabe emplearlas, tiene en sus manos una gran fuerza.

-¿Qué valoración hace del desarrollo fotográfico en Cantabria?

-La Cenicienta de las artes plásticas ha desarrollado un auge impensable antes. Ello ha cuajado en varios nombres que son ya fotógrafos de primera línea, a tener en cuenta para la historia.

-El Centro de Documentación de la Imagen de Santander puso su nombre a una sala de exposiciones. A su juicio,¿ qué necesita ese proyecto?

-La labor desarrollada por el Ayuntamiento en el CDIS y por su directora Manuela Alonso es encomiable. La recopilación, la restauración y la conservación de los originales son trabajos que se realizan a la perfección. La fundamental necesidad es la de seguir ampliándose con el trabajo de captación y las aportaciones de los particulares, como la que ha hecho ahora Manuel Arce.