Borrar
SALVE
Las carreteras de la región esconden 39 'puntos negros'
CANTABRIA

Las carreteras de la región esconden 39 'puntos negros'

Se concentran en la S-10, A-67, A-8 y en cuatro rutas autonómicas La DGT y Fomento realizarán acciones conjuntas para reducir la accidentalidad

TEODORO SAN JOSÉ

Viernes, 16 de enero 2009, 09:19

Las carreteras de Cantabria van a recibir en breve nuevas señales indicativas. Alertarán al conductor de que entra en un tramo donde el riesgo de accidentalidad es mayor. En total, serán 39. Porque 39 son los 'tramos de concentración de accidentes' (denominados TCA en el argot oficial) o, dicho de otro modo, 'puntos negros' que se esconden en las distintas carreteras de la región.

De los 776 tramos que se localizan en la red de carreteras del Estado, 31 de ellos se encuentran en Cantabria. Pero la relación es más prolija una vez evaluadas las vías con jurisdicción autonómica lo que, en el caso cántabro, supone añadir a aquella lista otros ocho puntos más.

La mayor densidad de circulación hace que las carreteras 'nacionales' acumulen la mayor parte de esos tramos de mayor accidentalidad, empezando por la S-10 (cuatro en tan solo ocho kilómetros), la A-8 y la A-67, con diez tramos cada una de esas autovías. Los otros TCA se ubican en la N-611, N-623 y N-634, con dos en cada una de ellas.

En la red regional, los tramos con mayor riesgo de accidentaliad se encuentran en la CA-140, CA-142, CA-180 y CA-321.

Pero a los 39 les quedan cuatro años de vida. Ése es el plazo que se han dado el Ministerio de Fomento y la Dirección General de Tráfico (DGT) para ejecutar las obras y controles necesarios que permitan disminuir la accidentalidad. Fomento y la DGT tienen distinto criterio para considerar esos puntos o tramos de peligrosidad pues mientras para el ministerio se trata de puntos donde se registran accidentes por encima de la media, para Tráfico son aquellos donde en menos de un kilómetro se producen más de tres accidentes en un mismo año.

Señales de advertencia

De cualquier modo, Fomento y DGT convergen para unir esfuerzo. «Se trata de equilibrar y compatibilizar ambos criterios», señala Serafín Sánchez, jefe provincial de Tráfico, «y reducir esa concentración de accidentes». En unos casos se ejecutarán las actuaciones necesarias para mejorar la infraestructura, de lo que se encargará Fomento, y en otros la DGT reforzará el control del tráfico mediante radares o avisos.

Sánchez indica que mientras duran las obras, «pues en algunos puntos habrá que adecuar, reordenar o modificar el trazado y eso lleva un tiempo de trámites», los puntos se señalizarán convenientemente. El objetivo es advertir y «recordar al usuario que se encuentra en un tramo en una zona de especial peligrosidad dado que hay obras que no se pueden hacer de un día para otro».

Esas señales se plantarán al principio y final de los tramos e indicarán los kilómetros a los que afecta, aunque todavía no hay plazos oficiales porque aún no se ha desarrollado el acuerdo o plan para el tratamiento de los TCA que firmaron el miércoles los ministros de Interior y Fomento. El referido plan está dotado con 1.200 millones de euros y afectará a 1.300 kilómetros,

Y si en unos se modificará el trazado para eliminar, por ejemplo, cruces o curvas, en otros puntos no harán falta mejoras viales, sino directamente un mayor control. Por ello, según el jefe de Tráfico, se intensificará la vigilancia y se acentuará el control de velocidad. La gestión puede incluir, además de la señalización, la instalación de radares.

Distintas soluciones

Serafín Sánchez explica que los factores que concurren en la accidentalidad del tramo varían desde el exceso de velocidad a la concentración e intensidad de vehículos, pasando por el trazado y características de la vía o su condición de travesía.

A falta de conocer qué medidas se tomarán en cada uno de esos 39 'puntos negros', Serafín Sánchez considera que la disminución de la accidentalidad tiene varias soluciones. «En unos puntos, un tercer carril reduciría la peligrosidad; en otros, una mejora del firme y en otros, mediante paneles informativos», explica el jefe provincial de Tráfico, señalando a los tramos Santander-Torrelavega de la A-67, Castro Urdiales-límite con Vizcaya de la A-8 y La Marga-Astillero (S-10), respectivamente. «Y en otros, ya veremos cuáles, se instalarán controles de velocidad», redondea Sánchez.

Según el jefe provincial de Tráfico, en Cantabria no existen 'puntos negros' entendidos como tales dado que «allí donde en su día se concentraban» bien por cruces, pendientes o curvas, con las actuaciones de Fomento y la implantación de radares «se ha logrado reducir la siniestralidad», en referencia a la A-67 entre Santander y Torrelavega, y la A-8 en Colindres y Saltacaballos.

En la actualidad, según el criterio que sigue la DGT, los puntos de las carreteras cántabras donde más incidencias se producen al cabo del año (la mayoría por alcance, no necesariamente con heridos o víctimas) son: el kilómetro 1,9 de la S-10 (Santander, 14); el 147 de la A-8 (Sámano, con 7); y el 8 de la S-10 (San Salvador, 5) y el 161 de la A-8 (Oriñón, 5).

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Las carreteras de la región esconden 39 'puntos negros'