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M. A. SAMPERIO
Viernes, 16 de enero 2009, 08:30
Una persona se encuentra ingresada en el Hospital Valdecilla desde hace un mes aquejada con toda probabilidad de la variante de la enfermedad de Creuzfeltdt-Jakob que surgió en Gran Bretaña en el año 1996 por consumir carne contaminada de reses enfermas de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB). La declaración oficial de la enfermedad se ha llevado a cabo siguiendo el protocolo que se aprobó en España en 2001, pero podría darse el caso de que no se confirme esta patología y, por tanto, la enfermedad no se debiera al consumo de carne contaminada sino a la variante espóradica de la enfermedad.
Hasta la fecha se han producido en España cuatro muertes relacionadas con el popularmente llamado mal de las 'vacas locas', tres de ellas en la Comunidad de Castilla y León. La enfermedad se confirmó tras el fallecimiento de las personas afectadas, ya que la única técnica existente para detectarlo es el estudio de muestras del tejido cerebral extraídas en la autopsia. La última muerte se produjo en agosto del año pasado.
La declaración de este caso 'probable' no conlleva medidas preventivas de ningún tipo puesto que se trata de una enfermedad que tiene un período de incubación de unos 10 años. Esto supone que el contagio posible por el consumo de carne se produjo hace tiempo.
En la actualidad, la garantía de no consumir carne contaminada es total. El riesgo estriba en haber ingerido tejidos infectados antes de 2001 cuando comenzaron los controles exhaustivos. La época más peligrosa fue la segunda mitad de los años 90. Si se tiene en cuenta los 8-10 años de periodo de incubación, ahora es el momento de que afloren más casos.
En Cantabria, durante el pasado año los controles realizados en el ganado vacuno no detectaron ningún caso de sospecha de la enfermedad que en su día provocó una amplia alarma social.
Tranquilidad
Aunque las autoridades sanitarias cántabras no han facilitado información sobre el caso (estiman que sólo debe hacerse si se confirma), no existe preocupación por la repercusión en la autonomía, ya que no se tienen que llevar a cabo medidas excepcionales de protección.
La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en su variante esporádica se conoce desde los años veinte de este siglo, cuando fue individualizada por médicos alemanes. Es una enfermedad del sistema nervioso que afecta a personas mayores de 50 años. Es mortal en todos los casos, poco frecuente y ocurre en todo el mundo.
La causa se desconoce, aunque hace más de 30 años se descubrió su carácter transmisible; lo cual no equivale a decir que sea contagiosa, dado que la transmisión sólo puede ocurrir en condiciones experimentales que probablemente nunca se dan en la práctica.
La convivencia con pacientes con enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en todas sus variantes no supone ningún riesgo para familiares, allegados o personal sanitario. Las normas elementales que deben adoptarse en la manipulación de tejidos corporales de estos pacientes se conocen desde hace años y son fácilmente adoptables en todos los hospitales, incluidos los hospitales cántabros.
En la actualidad el diagnóstico únicamente puede establecerse con seguridad en la autopsia.
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