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MARIÑA ÁLVAREZ
Jueves, 5 de febrero 2009, 09:15
En Cantabria se cuentan por miles los afectados por los cambios en el modo de facturación de la tarifa eléctrica que, desde hace unos días, colapsan las oficinas de E.ON para preguntar por qué les han llegado cuatro recibos en una semana, por qué les pasan de golpe varios meses o por qué les amenazan con cortar el suministro si no hay fondos en su cuenta para sufragar un desaguisado del que no son culpables.
En la oficina del Paseo de Pereda los consumidores, armados con sus facturas, esperaban ayer hasta dos horas a ser atendidos por tres subcontratados absolutamente desbordados. La falta de respuestas a punto estuvo de provocar un enfrentamiento, cuando una mujer exigió «que venga un jefe a dar la cara», y un trabajador de la oficina contestó «ya pongo yo la mía para que me la partan», al tiempo que se justificaba ante el tumulto: «Estoy con dos a los que cortaron la luz por una deuda de 600 euros, hago lo que puedo, qué cree, ¿que no he pedido un jefe 25 veces?». Fin del altercado. La mayoría comprende la delicada situación del personal, que se debe armar de paciencia detrás del mostrador y limitarse a contar que E.ON está cumpliendo la legislación, entregar hojas de reclamaciones o derivar a los clientes al Servicio de Consumo del Gobierno de Cantabria.
Facturación mensual
Se advierte en un cartel en la puerta: 'La facturación de las tarifas de energía eléctrica a partir del noviembre de 2008 se efectuará mensualmente, en base a la lectura bimensual de los equipos', un párrafo extraído del Real Decreto 1578/2008.
Ahí está la clave, cuentan desde la Unión de Consumidores de Cantabria (UCC), «facturan a la moderna pero leen a la antigua» y, así, «se ha montado un cisco que no lo arregla ni Obama», añaden.
Aún no hay un dato exacto del número de reclamaciones presentadas en esta oficina de atención al consumidor, donde piensan interponer ante la Consejería de Industria y la Dirección General de Consumo una denuncia genérica y denuncias individuales de todos los afectados que, desde que el caso empezó a salir en los medios de comunicación, están reclamando a la vez. Y «hay casos y casos», explican desde la UCC, de facturas más o menos asumibles y otras en las que se suman situaciones delicadas de «paro o pensionistas, que o pagan la luz o comen, porque de repente les han pasado 400 euros de facturas atrasadas».
Los afectados pueden negarse a pagar, porque mientras se tramita la reclamación no se puede cortar el suministro, pero «hay mucho miedo a quedarse sin luz en invierno», dicen desde la UCC, o pedir un plan de pago flexible.
De la oficina de E.ON a la del consumidor. Ese es el recorrido que realizan muchos estos días, mañanas enteras de gestiones después de «llamar al 902 mil veces sin conseguir que me cojan», se quejaba ayer María Jesús; Martín añadía las «insufribles colas» de la oficina, «las chicas están reventadas de tanto trabajar, no se las puede pedir más»; y María admitía que su pensión no le daba para pagar todos los recibos que le pasaron este mes, «lo único cierto es que el obrero no tiene derecho a nada, todos son el mismo perro con distinto collarín», sentenciaba.
Meses sin pasar recibos
Mientras, en E.ON España insisten en que los retrasos en la facturación -mucha gente no paga la luz desde hace 8 meses- y la emisión de varias facturas seguidas se debe a los cambios en la legislación. Todo comenzó en junio de 2008, cuando se estableció el consumo gratuito hasta 12,5 kw al mes (primera paralización de la facturación), continuó con la supresión de la tarifa nocturna, luego con el cambio a facturación mensual desde septiembre, las modificaciones de los contadores -que pasan de analógicos y digitales- y de los programas informáticos de cobro. Mientras todo esto sucedía, no se facturó a nadie.
Eso sí, «las lecturas se realizaron de forma puntual y periódica», aseguran desde la empresa. El cambio a facturación mensual viene recogido en el Real Decreto, que refleja que la lectura será bimensual. Ello implica «que la primera factura mensual será de consumo estimado, sin lectura real, mientras que en la siguiente aparecerá el coste real de dicho período».
No hay, por tanto, ningún aumento del precio del servicio eléctrico por este nuevo sistema «ni se ha producido ninguna duplicidad de facturas», aseguran, y que a los clientes les lleguen varias seguidas significa «que corresponden a periodos de consumo distintos», aclara.
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