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CARMEN PANELLES
Lunes, 9 de marzo 2009, 09:51
Liberados de connotaciones satánicas y luciferinas, de mitos y leyendas que históricamente les han relacionado con el 'lado oscuro', los más de quinientos millones de zurdos que hay en el mundo ven con complicidad la nueva imagen que transmiten izquierdos universales como Barack Obama o Rafael Nadal.
¿Son mejores, más hábiles, más dotados para la política o para el deporte los que manejan con más destreza la mano izquierda, es decir un 10% de la población mundial?. Desenvolverse en un mundo pensado para diestros ¿les hace más perseverantes, más tenaces, más espabilados?
Aparentemente sí, si se tiene en cuenta que de los últimos presidentes de EEUU, además del actual, Bill Clinton, George Bush (padre) o Ronald Reagan lo eran, según la prensa estadounidense, o que todos los puntos del equipo español en la última Copa Davis fueron conseguidos por jugadores que manejan la zurda: Rafa Nadal, Fernando Verdasco y Feliciano López. Como es sabido, Nadal solo es zurdo para jugar al tenis.
«La Ciencia no ha demostrado que ser zurdo signifique algo distinto a ser diestro. Es algo poco investigado» explica José Eugenio Ortega, profesor de Psicobiología de la Universidad Autónoma de Madrid, y autor de «Diez consejos para escribir con la mano izquierda». Sí es cierto que «el hecho de estar en minoría conduce a algunos a tener una visión más global de las cosas, más facilidad para situarse en el lugar de su oponente. Algunos podrían estar dotados de una mayor empatía», afirma.
Juan José Zarranz, jefe de Neurología del Hospital de Cruces de Bilbao, cree que «estas generalizaciones no se deben hacer. En la zurdera natural no hay diferencias con respecto a los diestros salvo que resolvemos las cosas de manera distinta. Ni mejores ni peores, diferentes».
Los zurdos descolocan
Otra cosa son los deportes de oposición, como el tenis o el boxeo, en los que manejar la izquierda tiene más ventajas. «Los diestros son más previsibles al ser mayoría, mientras que los zurdos descolocan al contrario», explica José Eugenio Ortega.
Aunque a España le corresponderían cuatro millones y medio, no es fácil encontrar izquierdos conocidos, salvo en el mundo del deporte, donde a la lista de tenistas se unen futbolistas como Raúl o Iker Casillas.
Por ejemplo, en el Congreso de los Diputados tan sólo han aflorado los socialistas Juan Fernando López Aguilar y Leire Pajín, y Joan Herrera de Iniciativa per Catalunya (ICV). El escritor Javier Marías o el Rey Juan Carlos están en esa breve lista.
«Es infrecuente, porque en las generaciones más adultas la zurdera se corregía», afirma López Aguilar, candidato socialista al Parlamento Europeo en las elecciones del próximo 7 de junio. «Es lo que el Rey me contó que le pasó», dice. El político socialista ha relatado que, siendo ministro de Justicia, acudió al Palacio de la Zarzuela para inscribir a la Infanta Leonor, primogénita de los Príncipes de Asturias, en el Libro de Registro de la Familia Real. Cuando el Rey le vio escribir con la izquierda le dijo que él también había sido zurdo, pero que le obligaron a escribir con la derecha.
La afirmación de la zurdera en la infancia «imagino que denota determinación, fortaleza de voluntad, resistencia, perseverancia y rebeldía», explica el candidato socialista. «Y en política, escribir con la izquierda puede ser sintomático de aptitudes para la resolver situaciones complejas». López Aguilar recuerda que en su colegio de Las Palmas era reprendido por escribir y persignarse con la izquierda, «la mano del diablo», le decían.
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