La memoria de los veterinarios en el último siglo

En Cantabria siempre ha existido un interesante debate y muchos partidarios de la implantación de los estudios de Veterinaria en la región. Ello ha sido debido a la fuerte tradición ganadera que ha tenido este territorio, donde el sector primero, tiempos atrás, resultaba crucial en el peso de la economía provincial. Esta circunstancia explica el gran número de veterinarios que han desarrollado su actividad profesional en la región y el excelente nivel de muchos de ellos, hasta el punto de alcanzar un reconocimiento social digno de resaltar, especialmente en el mundo rural.

Este peso específico de la profesión ha dejado un bagaje importante, y prueba de ello son los más de cuatrocientos veterinarios que en la actualidad están colegiados.

Precisamente, la junta directiva del Ilustre Colegio Oficial de Veterinario de Cantabria, que preside desde 2002 Juan José Sánchez Asensio, ha sido quien ha impulsado la realización de un libro sobre la profesión que se presentará esta próxima semana.

Como señala la autora del libro, la doctora en Historia por la Universidad de Cantabria, Celestina Losada Varea, «la Junta Directiva del Colegio Oficial Veterinario emprendió la remodelación de la sede colegial y aprovechó el traslado del material del viejo archivo para acometer su catalogación y elaborar unas semblanzas veterinarias, aprovechando los numerosos expedientes de antiguos colegiados que se conservaban en el Colegio. Se convocó una beca y ahí comenzó todo».

Continúa la autora de la recopilación de material y de la investigación, que «en principio, la beca se pensó para seis meses, pero la información que arrojaban los expedientes de antiguos colegiados era tan variada desde un punto de vista temático que fuimos abriendo frentes en la investigación. Fue entonces cuando se gestó la idea de relatar la historia del Colegio Oficial Veterinario, en vez de limitarnos a elaborar las semblanzas veterinarias»

La investigación comenzó por el fondo del archivo colegial, que incluye los Libros de Actas -recogen los acuerdos tomados en el Colegio desde su fundación en 1912 hasta la actualidad-, los expedientes personales de antiguos colegiados, en los que se incluye la correspondencia mantenida entre ellos y de la que se extrajo mucha información, informes oficiales, etc. Una vez vaciado el archivo colegial, Celestina Losada prosiguió la investigación en el Archivo Histórico Provincial, en bibliografía especializada y también en algo que ha sido fundamental para la elaboración del libro, el testimonio oral de un grupo de veterinarios, en su mayoría ya jubilados, que contaron sus vivencias profesionales y personales y aportaron fotografías: «¡todo un lujo!».

Y, ¿qué conclusiones obtiene la autora del libro sobre el papel que han jugado los veterinarios para Cantabria durante el último siglo? Celestina Losada contesta: «La historia de la profesión constituye la esencia misma de la evolución del sector primario en Cantabria. De modo que, históricamente, la producción ganadera ha avanzado a golpe de impulsos personales y esos impulsos han venido generados siempre desde ámbitos protagonizados por profesionales veterinarios. Gracias a ellos, Cantabria es reconocida pionera en muchos avances productivos del sector».

Pero, aunque Cantabria ha tenido grandes profesionales -de algunos de ellos hay una reseña biográfica en este libro-, lo cierto es que desde un punto de vista histórico, no siempre ha tenido la consideración social que merecían. Al hilo de ello, señala la autora del trabajo que «se han ganado a pulso, no sólo el prestigio profesional, sino un más que merecido reconocimiento social que les estaba siendo negado durante décadas».

Cantabria ha sido siempre una región receptora de veterinarios. En 1912, el Colegio Oficial Veterinario comenzó su andadura con 25 veterinarios colegiados. Muchos ejercieron aquí de manera libre, mientras desde el organismo colegial se luchaba por conseguir que todos ellos se colegiaran y así unir fuerzas para defender un proyecto común.

En la década de los 60 llegaría la plétora profesional en todo el territorio nacional y en décadas posteriores, de manera progresiva, se fue regulando la situación hasta conseguir, a día de hoy, que la colegiación sea algo obligatorio para los profesionales que deseen ejercer en esta comunidad autónoma. Actualmente, son 467 los veterinarios colegiados en Cantabria.

Aportaciones valiosas

Los veterinarios en Cantabria, además de aportar sus conocimientos en la atención diaria del ganado, fundamentalmente vacuno, han contribuido, como se recoge en el libro, al desarrollo de la industria agroalimentaria, de los mataderos municipales, a la difusión del servicio de la inseminación artificial, de las inspecciones de alimentos, a las campañas ganaderas... y, en los tiempos más recientes, con la apertura de numerosas clínicas veterinarias, al cuidado de la salud de todo tipo de mascotas y animales en cautividad como los que alberga el Parque de la Naturaleza de Cabárceno o el Zoo de Santillana del Mar.

Rigor

El libro cuenta con las presentaciones del presidente del Parlamento de Cantabria, Miguel Ángel Palacio, que evoca a la generosidad y capacidad de iniciativa de los veterinarios; del presidente del Colegio, Juan José Sánchez, que considera esta obra un «motivo de orgullo» para los propios profesionales; y con un prólogo de Benito Madariaga, doctor veterinario e historiador, que destaca el rigor científico de la obra de Celestina Losada.

Entre los veterinarios que han hecho historia en Cantabria, en el libro se destaca a Juan Sánchez-Caro, José Manuel Gutiérrez Aragón, Ursinario Casares, Francisco Josa, Benito Madariaga, Victoriano Calcedo y Juan Abascal.