Con el agua al cuello

En pleno siglo XXI el Ayuntamiento de Molledo está inmerso en un plan urgente de colocación, casa por casa, piso por piso, de contadores para la medición del consumo real de agua. Y no es el único que tendrá que hacerlo. De los 102 municipios de Cantabria otros siete no tienen contenedores. Bien es cierto que el Valle de Iguña se lleva la palma, ya que además de Molledo, en igual situación se encuentra Bárcena de Pie de Concha. Y muy cerca e igual, Cieza.

«No tiene sentido no poder contabilizar el consumo del agua, es inaudito», dijo la alcaldesa de Molledo, Teresa Montero, responsable de la actualización de contadores. Explicó que hasta ahora, al no existir un método de cuantificación del gasto, se hacía «a tanto alzado», un sistema que no permitía ningún tipo de control y que, en verano, llevaba al municipio a encontrarse con los depósitos de abastecimiento de agua vacíos. «Se gastaba mucha agua sin control y sin mesura», dice Montero.

Pero ahora la situación, ya de por sí anómala, se agrava. El control del gasto de agua es condición indispensable, impuesta por el Gobierno regional, para acceder a inversiones en obras hidráulicas. Si no hay contadores, no hay subvenciones para ningún proyecto.

Así que, entre una cosa y otra, el Ayuntamiento se ha puesto manos a la obra, y nunca mejor dicho, porque ahí nace otra complicación, encontrar quien se encargue de colocar los contadores.

Montero explicó que había una partida en el Ayuntamiento, como subvención del Gobierno de Cantabria, para la compra de más de un centenar de contadores. Se compraron y se han repartido entre las viviendas para que sean los vecinos los que los coloquen. Con lo que al final es un plan que da más empleo que el de Zapatero. Porque se ha convertido en tarea imposible encontrar albañiles y fontaneros que instalen los ya famosos contadores de agua.

Montero explica que aún queda mucho camino. Se están proporcionando contadores a todos los vecinos, y para ello se ha pedido una nueva subvención, para llegar a los más de un millar de contadores que se necesitan. De todas formas el Ayuntamiento ha adelantado el dinero y tiene en sus manos los nuevos aparatos. Incluso ha comenzado la distribución, en algunos casos, como el de Silió o Santa Cruz, citando a los vecinos en lugares públicos, para agilizar ese reparto. «Estamos con el agua al cuello», asegura Teresa Montero. Lo dice porque en semanas debe iniciarse el proceso de contabilizar todo el consumo de agua «ya que desde el Gobierno regional nos piden un listado de lecturas para tramitar la solicitud de las subvenciones».

Bárcena y Cieza, igual

En Bárcena de Pie de Concha y Cieza, municipios muy próximos a Molledo, la situación es semejante.

Hasta ahora facturaban el servicio mediante el establecimiento de una cuota fija para cada uno de los usuarios, dada la carencia de contadores. Sin embargo, también en estos lugares se ha decidido poner fin a este procedimiento.