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LOLA GALLARDO
Sábado, 2 de mayo 2009, 12:27
Unas 4.000 personas, según los convocantes, 2.000 según la Policía Local, secundaron ayer la manifestación del Primero de Mayo en Santander con las críticas a la patronal en el centro de la protesta por su propuestas para flexibilizar el mercado laboral y abaratar el despido. Parados, inmigrantes, pensionistas, representantes de empresas afectadas por expedientes de Regulación de Empleo (GFB o Haulotte, entre otros) y todos los sectores industriales, participaron ayer en una manifestación que se cerró con un mensaje claro y contundente: «No vamos a permitir que se recorten los derechos de los trabajadores». La siguiente cita será el 14 de mayo en Madrid, para participar en la manifestación convocada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Durante la concentración final sólo se oyó algún grito aislado llamando a la huelga general. Y los más ruidosos, los trabajadores de GFB que reclamaron sus salarios -este año todavía no han cobrado ningún mes-.
Día solidario
Pasadas las doce del mediodía partió la manifestación de la plaza de Numancia y recorrió el centro de Santander hasta llegar a la plaza de Pombo donde los líderes sindicales de UGT y CC OO, María Jesús Cedrún y Vicente Arce, respectivamente, se dirigieron a los trabajadores cántabros.
«El Primero de Mayo siempre ha sido un día solidario y hoy lo es más que nunca». Así abrió su intervención la líder ugetista quien sentenció que después de años de espejismo y riqueza «vino el viento y se cayó todo». Ganaderos, pescadores, trabajadores del sector servicios, del comercio y de la industria -más de 6.000 hoy afectados por un ERE-.., Cedrún mencionó a todos los que hoy están en peores condiciones laborales, «y mientras, la banca, sigue de forma vergonzosa anunciando beneficios». En su mensaje recordó que muchas personas viven hoy «gracias a la solidaridad de las familias» con unos ingresos que, o ya han dejado de llegar, o apenas rozan los 400 euros. «Queremos un cambio en la sociedad y este es el momento. No vamos a permitir que la patronal boicotee el desarrollo de este país. Viva el Primero de Mayo», sentenció Cedrún.
Cordura empresarial
Vicente Arce, en su debut como secretario general de CC OO en el Primero de Mayo, inició su discurso recordando a quienes «están lejos de su lugar de origen y contribuyen a la riqueza de Cantabria», frase con la que consiguió los aplausos de los trabajadores. Reconoció que «hoy reivindicamos lo mismo que hace treinta años: empleo de calidad, prestaciones sociales, negociación colectiva y mantenimiento de los derechos de los trabajadores». Sin embargo, las cifras del paro crecen y crecen. «Hay 35.200 parados en Cantabria y, de ellos, 12.600 ya no cobran ningún tipo de prestación». Frente a todo ello, «la patronal propone abaratar el despido, es un planteamiento inoportuno y que no viene a cuento». Finalmente, pidió a los empresarios «cordura» tras criticar, igual que lo hizo Cedrún, que la negociación colectiva «está empantanada porque ellos han roto el diálogo social». Tras finalizar las intervenciones, una años más, los trabajadores cantaron la Internacional. A continuación no se celebró la tradicional fiesta en Punta Parayas que tiene lugar desde 1999. «Es año de crisis», señalaron fuentes sindicales. En la manifestación participó el presidente del Parlamento de Cantabria, Miguel Ángel Palacio y diputados socialistas.
Por otro lado, el Obispo de Santander advirtió ayer del peligro de caer en la indiferencia ante el problema del paro. Destacó que la persona «está por encima del mero trabajo» y resaltó el esfuerzo de Cáritas con los más desfavorecidos.
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