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El preservativo como juguete erótico
GPS - GUIA PARA SALIR II

El preservativo como juguete erótico

AZUCENA AJA MAZA PSICÓLOGA

Viernes, 15 de mayo 2009, 03:27

Recientemente el Papa ha vuelto a decir que el preservativo no es un método eficaz en la lucha contra el sida. La irresponsabilidad de semejante mensaje tendría que conllevar algún tipo de consecuencia, dado que hasta el momento es el único método de prevención que existe para prevenir el VIH. Las personas cuyas creencias religiosas rechacen el uso de los métodos de prevención, deberían elegir de forma individual y en el marco de su pensamiento moral la forma de vivir su sexualidad, sin tratar de imponer su estilo de vida al resto del mundo y menos si esto supone transmitir mensajes erróneos.

El preservativo no resulta eficaz cuando no se utiliza o se utiliza mal. Las dificultades para utilizarlo son diversas: que limita la relación sexual porque «hay que parar» o «no se siente igual». En cuanto las personas consideran que tienen una relación estable prescinden de su uso confiando en que el compañero/a no tendrá relaciones con otras personas. Y cuando las relaciones son esporádicas el método del 'ojímetro', es decir valorar la 'buena pinta' del partener sigue siendo el criterio más extendido para decidir usarlo.

Y es que el modelo cultural que tenemos nos dificulta una vivencia positiva, responsable, autónoma y libre de nuestra sexualidad. Plantearse la relación sexual como una competición en la que se produce el pistoletazo de salida con unos besos, la carrera hacia el orgasmo a través de la penetración y la llegada a la meta, supone efectivamente que 'haya que parar' para colocar el preservativo. Las personas que se establecen en una relación de pareja estable no tendrían que valorar la estabilidad por la cantidad de tiempo, sino por el compromiso con los acuerdos realizados a lo largo de ese tiempo. El 'ojímetro' basado en nuestra percepción personal resulta tan poco fiable, que utilizarlo es tanto como jugar a la ruleta rusa con nuestra salud.

¿Pero de verdad el preservativo puede convertirse en un juguete erótico? ¡Sí! Y aquí van algunas sugerencias. Antes de esto sólo quiero hacer una apreciación, es cierto, no se siente igual como tampoco se siente igual cuando la relación se tiene con miedo al embarazo o la infección. Un apunte más, en los humanos el principal órgano sexual está en el cerebro.

Imagina. Estáis en medio de una relación sexual, muy excitados, realmente calientes, el cuerpo os pide continuar un poco más, sentir más profundamente a la pareja. El cuerpo está abierto a la penetración. Ella se sienta encima y coge el preservativo entre sus dedos, mientras continúa mirándote, sugiriéndote con sus ojos lo que va hacer a continuación. La acaricias y le susurras palabras excitantes animándola a seguir. Ella abre lentamente el condón apretando lentamente el envoltorio para que vaya asomando por el borde, lo coge con los labios y te lo pone sobre el pene, aprieta un poco más hacia abajo con los labios y lo va extendiendo lentamente, moja sus dedos con lubricante o con saliva y lo termina deslizando con sus dedos hasta el final.

¿Te parece erótico? Sigue imaginando.

Dirección de la consulta: C/ Jesús de Monasterio 8 - Quinto

Centro. 39010 Santander. Teléfonos: 619 414 589 y 942 03 71 77

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