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REDACCIÓN
Domingo, 17 de mayo 2009, 11:55
«¡Han sido Erika y su novio!». Eso fue lo que llegó a balbucear Valentín Fernández Fernández a los vecinos que le atendían poco antes de morir a causa de las puñaladas que recibió el viernes por la noche cuando se disponía a a entrar en el portal de su vivienda, en Mataporquera (Valdeolea). Aquella frase proporcionó las pistas suficientes para que la Guardia Civil de Cantabria ordenara a la Policía de León la detención de tres personas, presuntamente implicadas en el asesinato, y que ayer fueron trasladadas a las dependencias de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Santander para prestar declaración.
Valentín, de 35 años y natural de León, vivía desde hace tiempo en el número 7 de la calle Libertad, uno de los bloques de la antigua Sindical, en Mataporquera, capital del municipio campurriano de Valdeolea. Fue en aquel portal, alrededor de las diez de la noche, donde al parecer ya le esperaban dos personas para asestarle varias cuchilladas.
La víctima había acabado el viernes su jornada laboral como mecánico de automóviles en un taller de Reinosa, Chisco Motor, y se dirigió a su domicilio en Mataporquera. Después de saludar a su actual compañera, que estaba asomada a la ventana del cuarto piso, donde vivía, accedió al portal; de repente le salieron al paso sus agresores, que lo apuñalaron y huyeron del lugar de los hechos. Un tercer individuo les esperaba a bordo de un Audi verde, en el que huyeron de la localidad.
«Me han pinchado»
A pesar de que una de las cuchilladas fue certera al corazón, la víctima aún tuvo fuerzas para gritar. «¡¡Juanma, Juanma, sal que me han pinchado!!» exclamó en aviso de un vecino del portal. Al escuchar los gritos, varios vecinos del bloque salieron en su auxilio y rápidamente dieron aviso al 061. Entre tanto le cuidaron y trataron de mantenerle despierto, situación en la que Valentín aún tuvo fuerzas para desvelar quiénes fueron sus agresores: «Han sido Erika y su novio», les dijo.
Al cabo de diez minutos, Valentín murió en el mismo portal, antes de que llegaran los servicios médicos de la localidad. Sobre las 22:15 horas, los sanitarios sólo pudieron certificar su muerte.
De León
Las diligencias de la Guardia Civil, que se hizo cargo del caso, llevaron a alertar al Cuerpo Nacional de Policía de León sobre la posible estancia en esa ciudad de los tres presuntos implicados en los hechos, a donde huyeron tras cometer el crimen. Se trataría de dos hombres (A. M. R. M. y J. B. C., de 34 y 32 años, respectivamente) y de una mujer (E. A. M.).
Todo parece indicar que ésta última es Erika, la mujer con la que Valentín convivió hace algunos años y con quien tuvo un hijo. El fallecido tenía otro hijo, de una anterior relación, que vive con su madre en León. Posteriormente, tras separarse, Valentín se instaló hace unos tres años en Mataporquera, donde estuvo viviendo con Erika y el niño fruto de su unión.
Ambos regentaron un tiempo un bar en la localidad, el 'Chigri', pero después Erika se marchó a León. Valentín, que obtuvo la custodia del hijo, se quedó en Mataporquera, y entabló relación con una nueva pareja, con la que vivía en la actualidad.
Precisamente la custodia de este hijo, según algunos vecinos de la zona, habría dado lugar no hace mucho a algunas diferencias o rencillas entre Valentín y Erika.
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