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Pollo de Corral: Saludable y recomendable para todos
CANTABRIA EN LA MESA

Pollo de Corral: Saludable y recomendable para todos

El pollo de corral o de grano constituye otro ejemplo de cómo la alimentación y las condiciones en las que vive un animal (incluso la delicadeza en el sacrificio) condicionan sus características saludables y gastronómicas. De ahí las grandes diferencias que existen entre el pollo que se cría en un espacio abierto y alimentado con grano, de aquellos que se crían en condiciones de hacinamiento o estabulación y alimentados con pienso.

ENRIQUE CAMPILLO

Sábado, 30 de mayo 2009, 13:19

CATEDRÁTICO DE FISIOLOGÍA En general la carne de pollo es muy saludable y recomendable para todas las edades y en especial para los mayores (Se mastica y se digiere con facilidad). Destaca su contenido en proteínas de elevada calidad biológica (de 19 a 22 g por 100 g) y su bajo contenido en grasa. La carne de pollo, pechuga o muslo, sin la piel, contiene de 2,5 a 3,5g por 100g de grasa total, a partes iguales entre saturadas e insaturadas. El contenido en grasas puede aumentar a 10 g por 100 g si se consume la piel. La parte magra del pollo contiene poco colesterol (70 mg por 100 g), pero esta cifra casi se duplica con la piel. Es de las carnes que menos aumentan el ácido úrico. Destaca su elevado contenido en potasio, fósforo y cinc y las vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina) y B3 (niacina). La niacina es muy importante para prevenir y tratar problemas cerebrales de la edad avanzada como la enfermedad de Alzheimer. Investigaciones recientes muestran que aquellas personas mayores, que ingieren más de 22 mg de niacina por día, tienen menos probabilidad de desarrollar estos problemas. Y 100 g de filetes de pollo aportan 14 mg de niacina. Los problemas con los pollos industriales tienen que ver con tres factores principales. Se les restringe la movilidad y su alimentación es artificial, lo que influye en la composición de su carne. El tercer factor es más problemático: la posibilidad de contaminación de la carne por diversas substancias. Los pollos hacinados tienden a desarrollar enfermedades infecciosas con más frecuencia (bacterias, hongos, protozoos, parásitos) las cuales requieren tratamiento con antibióticos y otros productos; y en muchas explotaciones se los administran de forma preventiva. Además, con el fin de lograr unas buenas tasas de engorde y rentabilidad, algunas explotaciones utilizan suplementos (hormonas y promotores de crecimiento) y piensos reforzados. Todos esos productos van en la carne que llega al consumidor. Los pollos de corral tienen que recibir las vacunas que determina la ley y en caso de enfermedad los animales reciben el tratamiento correspondiente, pero no se les administra medidas preventivas. Los pollos de corral suelen recibir una alimentación de grano que suele completarse con algo de pienso y lo que el pollo encuentra por las zonas donde se mueve. Uno de los peligros de la carne del pollo es que se contaminan fácilmente con algunos gérmenes que pueden ocasionar enfermedades en las personas. Este riesgo se puede evitar con medidas fáciles: nunca consumir pollo crudo o poco hecho, nunca conservarlo crudo en la nevera más de dos días, si lo cocinamos puede durar dos días más. Si no se va a cocinar, es mejor congelarlo en cuanto lleguemos a casa.

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