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EUROPA PRESS |
Miércoles, 3 de junio 2009, 15:34
Según ha informado hoy la Guardia Civil, los hechos tuvieron lugar sobre las 18.15 horas del pasado 28 de mayo, después de que un ciudadano avisara en el cuartel de Comillas de que una persona que se estaba bañando en la playa situada enfrente de estas dependencias parecía tener problemas en el agua.
Al lugar se trasladaron varios agentes, que comprobaron que el bañista se encontraba a unos 50 metros mar adentro y tenía serios problemas para alcanzar la orilla, por lo que uno de los guardias civiles se despojó del uniforme y se introdujo en el agua con la ayuda de una cuerda y un torpedo flotante.
Una vez que llegó a nado hasta la víctima, y tras más de 30 minutos de dificultosas maniobras de rescate, el agente consiguió, con ayuda de otro bañista que se encontraba en el lugar, hacer llegar a la playa al joven, que corría peligro de ahogarse, debido a que la corriente del mar le impedía alcanzar la orilla.
Durante la operación, y debido a las corrientes del mar, el agente perdió el torpedo flotante. Además, una vez finalizado el rescate, sufrió mareos y vómitos provocados por la exigencia física a la que se sometió y por la frialdad del agua.
La víctima por su parte presentaba síntomas de hipotermia, así como magulladuras y golpes por el cuerpo, producidos al golpearse con las rocas existentes en el agua, por lo que fue trasladado en ambulancia a Sierrallana.
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