Ayuntamiento y Fomento acuerdan mejoras para el túnel de la estación

La obra más importante de las últimas décadas en Los Corrales de Buelna, el túnel de la estación, bajo las vías del tren, no tiene solución. Esa es una de las conclusiones de la última reunión entre representantes del Ministerio de Fomento, que pagó la obra, Construcciones Hispánicas, que la ejecutó, y el Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna, que la sufre a diario. Y es que el mayor problema de ese túnel es la estrechez de la vía, algo irresoluble. Lo demás, aún siendo importante, no será más que un «lavado de cara» del paso, según explicó el concejal de Obras, Serviliano González. Aún así, reconoció que se trata de un paso importante a la hora de poner solución a los distintos problemas que aquejan a esa obra.

Un túnel que no dejó contento a nadie. Tanto es así, que no solo no está inaugurado, sino que ni siquiera está aún recepcionada la parte que afecta a la Dirección General de Carreteras del Gobierno de Cantabria. Eso a pesar de atravesarlo la vía que comunica con San Felices y Puente Viesgo.

En la reunión de ayer, las tres partes llegaron a un acuerdo general sobre las obras a acometer. Incluso a un posible calendario que apunta a septiembre como el mes en el que se ejecutarán, lo que obligará a cerrar esa carretera, tras tres años abierta al tráfico y a las críticas. Cierre que obligará a reconducir el tráfico, principalmente el pesado.

Tres son los grupos de actuación que salieron de esa reunión. En primer lugar, reducir la velocidad de los vehículos que salen del túnel en dirección a la Avenida Cantabria, lo que se remediará con reductores de velocidad. También se colocarán reductores de velocidad en la salida hacia la Avenida José María Quijano, antes de la peligrosa rotonda virtual que regula el tráfico en ese punto. Motivo por el que se colocarán más reductores en la calle Calvo Sotelo. E incluso en la entrada del túnel antes de esa rotonda que todos reconocen que nadie respeta.

También se acordó mejorar la recogida interna de aguas, situación que afecta al paso de peatones bajo las vías, anegado en cuanto llueve un poco por filtraciones de agua que convierten en cascada los paneles de la pared. En este grupo también se repondrán arquetas y se eliminarán rejillas que acumulan suciedad.

El tercer grupo de actuaciones atañe a los paneles que cubren las paredes del túnel. Dañados por el constante roce de los camiones, se acordó pintar en la vía líneas rugosas que avisan de la proximidad de la pared. Solución que no impedirá que en los momentos en que un transporte pesado se cruce con cualquier vehículo en la curva del túnel tenga que ajustar su paso acercándose a la pared.

Soluciones a una obra que exigió un incremento presupuestario importante, ya que de 3.073.000 euros iniciales se pasó a 6.502.000, más del doble de lo previsto.