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Lourdes Ortiz inauguró fórmula en 'Los martes'. / ROBERTO RUIZ
«Beauvoir comprendió que había que dedicarse a la tarea concreta»
LOURDES ORTIZ

«Beauvoir comprendió que había que dedicarse a la tarea concreta»

La escritora Lourdes Ortiz rememoró la figura, «modelo a seguir», de la filósofa francesa que supuso «un antes y un después»

VIOLETA SANTIAGO

Miércoles, 15 de julio 2009, 10:00

Una filósofa del peso de Simone de Beauvoir (París 1908-1986) «comprendió, al final, que había que dedicarse más a la tarea concreta que al pensamiento abstracto». Y se volcó con las luchas de las jóvenes de su tiempo, «las luchas por lo inmediato», como la reivindicación del aborto o la dignidad en el trato a los ancianos. La creadora francesa sería todavía hoy, 23 años después de su muerte, «un modelo a seguir» por las mujeres. Por su búsqueda incesante de «nuevas respuestas, por no ser dogmática y por su voluntad de cambio».

Así lo defendió ayer en Santander Lourdes Ortiz, protagonista de una nueva fórmula en los Martes Literarios que patrocina El Diario Montañés. Abrir la página en la que se irán haciendo homenajes a autores determinados a cargo de otros nombres de prestigio le tocó a la citada escritora madrileña, también catedrática de Teoría e Historia del Arte.

Ortiz comentó antes de ponerse frente al público en el Paraninfo de La Magdalena que el encargo de diseccionar a «Simona» le causó sorpresa y encanto. Sorpresa porque Beauvoir es un personaje que había caído en el olvido -incluso en Francia, donde «ha estado marcada por los dimes y diretes»- pese a que su pensamiento supuso «un antes y un después en la construcción de una mujer nueva» y en el concepto de igualdad entre sexos. Aunque le encantó el reto, por lo que ha supuesto de relectura de una obra que fue «clave» para su generación.

«Ella fue la primera en lanzar la idea de que la mujer debe elegir la libertad. Esa idea de la construcción de la propia vida» fue una total novedad en su época, un mensaje que sigue siendo «valiosísimo», en su opinión, ahora que se cumplen 60 años de la publicación de 'El segundo sexo', la obra por la que la profesora existencialista será recordada.

Libres en el capitalismo

Ortiz declaró su admiración por Beauvoir a pesar de que «se equivocó» en algunas de sus predicciones («los futuribles») al analizar la situación de la mujer en el mundo. La filósofa creía, por ejemplo, que sería en la URSS donde las féminas alcanzarían a ser «libres e iguales», algo que no se ha dado en las sociedades marxistas «sino en la capitalista», que es donde ha conseguido independizarse.

La escritora también recordó lo dura que fue la parisina con sus contemporáneas, a las que acusaba de seguir siendo «dependientes» aunque escribieran o pintaran. «No le interesaban sus colegas, a las que en general despreciaba. Sólo salvaba a Virginia Wolf y a Brönte». Y, por si no había quedado claro, Beauvoir mantuvo en su tiempo que no había una sola mujer a la altura de Kafka o Joyce. «Pero es que tampoco hay muchos hombres como ellos», objetó la artífice del homenaje.

La pérdida de un amor

Autora de novelas y teatro, Ortiz no siente precisamente debilidad por la vertiente literaria de la pensadora. «Las suyas no son grandes novelas», resumió. A ella le gusta, especialmente, 'Los mandarines', «interesante» porque reivindica la condición de los intelectuales y porque cuenta una historia de amor, la que la francesa mantuvo en realidad con el novelista norteamericano Nelson Algren (a quien estuvo ligada durante cuatro años) «con potencia y brío. Una novela no debe ser un lugar para dar panfletos», dijo Ortiz. Y en ésta narra «el dolor grande de la pérdida de un amor». Otra novela reivindicable sería 'La fuerza de las cosas'.

El poeta Regino Mateo (acompañado de Virginia Maquieira) había introducido a Lourdes Ortiz apuntando que, al igual que Beauvoir, la catedrática es una persona polifacética: ella misma «representa ese proceso de construcción de la vida personal de la que hablaba la pensadora», indicó.

Ortiz convendría después en que se identifica con «Simona» en cuestiones como su temprano sueño literario. Ambas fueron grandes lectoras de niñas «y un escritor se hace amando los libros: todo lo que has leído te da la capacidad de contar».

Además, se ve cercana a la francesa en la capacidad que tuvo de elegir libremente su destino. «Las dos fuimos privilegiadas en ese sentido. De mi clase en la escuela, sólo dos niñas llegamos a la universidad», contó.

Finalmente, se definió curiosa y atraída por las luchas políticas y los problemas sociales. Otras características que marcaron, asimismo, la vida de Beauvoir, referente de la izquierda de su país.

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