El Ayuntamiento pierde los papeles

Precontratos de personal, actas de comisiones de gobierno, libros de contabilidad sellados por el Juzgado, convenios con entidades bancarias, cartas de Caja Cantabria... En una escombrera, uno se puede encontrar de todo, pero es difícil que entre los residuos aparezca documentación de un ayuntamiento. Pues bien, en Castro es posible. Ocurrió el pasado martes en la zona castreña de La Loma. Allí varios vecinos hallaron entre los escombros toda esta documentación. En un principio, pensaron que se trataban de papeles sin importancia, pero la curiosidad les llevó a examinar más detenidamente cuál era el contenido de las carpetas y de las numerosas cartas abandonadas en el vertedero y...sorpresa. Cuando comprobaron la envergadura del hallazgo, no lo dudaron y llamaron a la Guardia Civil.

Dos agentes se personaron en el lugar de los hechos y dieron cuenta a sus superiores de lo ocurrido. Rápidamente, varios efectivos de la Policía Judicial se dirigieron a la escombrera. Allí, recogieron todas las carpetas que había abandonadas y las trasladaron a dependencias policiales para ser analizadas y determinar el grado de importancia de los documentos municipales desechados. Por el momento, se desconoce el resultado de las investigaciones y también cómo llegó allí toda esa documentación, que incluye no sólo copias sino originales de documentos públicos. Informes y papeles la mayoría de ellos de la década de los 90, entre ellos, actas de comisiones de Obras de 1994. Informes que, en todo caso, deberían ser almacenados en el archivo.

Misterio

Aunque se desconoce oficialmente el cómo y el porqué de esta extraña aparición de documentos municipales, lo cierto es que no llega en el mejor de los momentos para el Ayuntamiento, envuelto en una investigación judicial que hace año y medio abrió el juez Acayro y que, a día de hoy, prosigue. Según fuentes consultadas por este periódico, los documentos podrían proceder de algún local municipal que está siendo acondicionado en estos momentos.

Por otra parte, resulta paradójico que la Policía Judicial no haya tenido que acudir, como de costumbre, al Ayuntamiento para recabar información municipal. Ha sido en una escombrera donde ha hallado esa documentación. ¿Importante? Serán ellos y, seguro, que el propio juez Acayro los encargados de valorar esa información.