La vuelta al mundo de 'Sarto'

Comillas fue el lugar donde Jaime Sartorius, un joven madrileño de 26 años habitual veraneante de la villa, gestó la idea de irse a dar la vuelta al mundo en todoterreno, como respuesta a «un impulso» que le pedía el cuerpo. Recién llegado a Comillas, y después de año y medio acumulando aventuras, de Rusia a la India, de Estados Unidos a Centroamérica, Jaime comparte lo mejor de su expedición.

Tras encontrar el vehículo adecuado, el 31 de diciembre del 2007 empezó a preparar su viaje. Durante cuatro meses, 'Sarto', como le conocen muchos, incrementó sus conocimientos de mecánica y primeros auxilios, además de gestionar los visados, vacunas... 'Andrés', que es así como bautizó al coche, fue dotado de todo lo necesario y le incorporó una tienda de campaña en el techo, que durante todo su periplo se convirtió en su lugar de descanso.

«Soy periodista español»

En Bucarest (Rumanía), Jaime comenzó su aventura en solitario. Atravesar la Europa comunitaria fue «pan comido», cuenta, pero una vez en Ucrania ya empezó a darse cuenta de que se movía en territorio desconocido y que las leyes que rigen el orden de las cosas no estaban escritas en ningún sitio. Si en algún control le pedían 'la mordida' no era para andarse con chiquitas, quedaba mucho viaje por delante y a esta gente, según explica, «tu vida les importaba poco». Continuó por Rusia, donde la policía seguía siendo igual de corrupta, pero descubrió la frase mágica: «Soy periodista español», y así la policía no abusaba tanto.

Kazajistán fue el primer país de Asia central que pisó, donde se llevó una grata sorpresa: «la gente es muy hospitalaria y todo el mundo te considera un hermano». Una de las conclusiones que ha sacado, a pesar de haber recorrido territorios tan duros, es que «la gente es buena».

Siguió su ruta hasta Afganistán. En Kabul se tomó un helado que acabó siendo una de sus peores pesadillas: una infección estomacal le puso en situación límite. Decidió tomar rumbo a Islamabad, donde un médico le estaba esperando. Pero atravesar la frontera que custodian musulmanes radicales no fue nada fácil.

Tras un atasco de 16 horas, el radiador roto y durmiendo a la intemperie, por primera vez sintió miedo. Acabó en el hospital de campaña junto a mutilados y heridos de bala. De repente un batallón de marines aparece en mitad de la nada. 'Sarto' piensa que está metido en una película.

Superado este capítulo, continúa su viaje por Pakistán, India y Nepal, donde vive un millón de historias más. La intención es alcanzar América por el estrecho de Bering, pero al no tener permiso para atravesar China, opta por volar hasta Alaska. El coche se queda en Calcuta y a partir de ahora se moverá sobre dos ruedas. Pretende llegar a Chile en moto, pero diez días antes de ver realizado su sueño debe regresar a España.

Tras un lapso y con ganas de más, Jaime se va hasta la India a buscar a 'Andrés'. Continúa la aventura. Unos cuantos meses viajando por India y Nepal y llega el momento de regresar. Otras vez situación límite: Le quedan 60 euros, no tiene tarjetas, está en Delhi y tiene seis semanas para llegar a España.

Un dólar, 50 litros

Invierte en contenedores de gasolina vacíos y sabe que en Irán la gasolina casi la regalan: un dólar 50 litros. Buscando el camino más corto y la gasolina más barata atraviesa inhóspitos lugares durmiendo bajo las estrellas y comiendo lo que la gente le da. Consigue llegar hasta Italia, donde en las gasolineras explica su particular historia y le acaban regalando el combustible. Ahora hace tres semanas que ha regresado a Comillas y en todo este tiempo sólo ha dormido tres días en su cama. Prefiere el sillón. Algo hay en la cabeza de 'Sarto' que le tira más que volver al mundo de las comodidades. ¿Por cuánto tiempo?