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INNOVA SANTANDER
Domingo, 11 de octubre 2009, 02:20
En medio de una gran polémica, que recuerda a la suscitada en la década de los 60 por la píldora anticonceptiva, las farmacias de toda España acaban de recibir, con mayor o menor hospitalidad, a la píldora postcoital, también conocida como 'del día después'.
Así, desde finales de septiembre, este método anticonceptivo de emergencia se puede conseguir en los establecimientos farmacéuticos de todo el territorio nacional, sin necesidad de receta médica y sin límite de edad. Eso sí, cuando quien solicite el medicamento sea un menor de dieciséis años, el farmacéutico está obligado a requerir un consentimiento familiar.
Con esta medida, el Ministerio de Sanidad pretende reducir la elevada cifra de embarazos no deseados y abortos entre adolescentes, que en los últimos años ha iniciado en España una imparable escalada. Y es que, según cifras oficiales, el número de abortos practicados en España se multiplicó por dos entre los años 1998 y 2007, situándose en más de 112.000.
Voces contrarias
No obstante, y a pesar de los aspectos positivos destacados por sus defensores, la píldora del día después no ha llegado a las farmacias exenta de polémicas. Más bien, han sido muchas las voces que se han alzado en contra de la facilidad que van a tener los menores de edad para adquirir este tratamiento sin supervisión médica, con los consiguientes riesgos para la salud, por no hablar de escándalos morales, que esto supondrá.
Por ello, la labor que se ha encomendado a los farmacéuticos del país no se limita a la venta de la píldora postcoital en sus establecimientos, sino también a facilitar la información y el asesoramiento necesario a quienes vengan solicitándola.
Así, entre los aspectos que deben recalcar los farmacéuticos a todos aquellos usuarios que pasen por su establecimiento, destaca el hecho de que esta pastilla no debe concebirse como un método anticonceptivo habitual, sino como uno utilizado tan sólo en situaciones de emergencia.
Y es que, la píldora postcoital, cuya eficiencia se limita tan sólo a las 72 horas inmediatamente posteriores a que se haya producido la relación sexual de riesgo, supone la ingesta de una dosis elevada de hormonas y, por lo tanto, su consumo habitual viene acompañado de efectos secundarios a corto, medio y largo plazo, que van desde dolores de cabeza o retención de líquidos, hasta quistes en los ovarios, alteraciones menstruales o, incluso, la menopausia prematura.
Además, este método contraceptivo no protege contra la transmisión de enfermedades venéreas.
Pero lo cierto es que, bien administrada, esto es, en las 72 horas posteriores al coito y, dentro de este intervalo de tiempo 'cuanto antes mejor', la eficiencia de la píldora del día después se sitúa entre el 85% y el 95%.
Cantabria, pionera
Aunque por la polémica que ha suscitado en las últimas semanas pudiera parecer lo contrario, este método anticonceptivo no es un invento de estos días. Este medicamento ya se podía conseguir en las farmacias de toda España desde el año 2002. Eso sí, con prescripción médica.
En Cantabria, por su parte, desde 2004, el Servicio Cántabro de Salud facilita de modo gratuito este anticonceptivo en centros de urgencias, de atención primaria, etc.
Ahora, el Gobierno central ha decidido darle un impulso más, como parte de un proyecto legislativo que persigue una liberalización del aborto en el país, de manera especial para los jóvenes de entre 16 y 17 años.
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