El puente a ningún sitio

El proyecto de construcción de un puente sobre el río Mortera en Coo sufrió ayer su enésimo cambio. Esta vez la revisión partió de sus futuros y principales usuarios, los conductores de autobuses, quienes apuntaron que el puente no era lo suficientemente ancho. Y eso que uno de los motivos de su construcción era llegar a la nueva parada de autobuses de Coo. Parada que, según los mismos profesionales, se queda justa para las maniobras del autobús.

Entre unas cosas y otras, Mercedes Toribio Ruiz, alcaldesa de Los Corrales de Buelna, se quejaba ayer de que el gasto que tienen que asumir las maltrechas arcas municipales se acerca ya a los 200.000 euros. Recordó que en la legislatura pasada se proyectó la construcción de una bolera, aparcamiento, escollera y puente en Coo, obra que se paralizó porque el proyecto no tenía la autorización preceptiva de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico. En esta legislatura se encargó un proyecto, explicó, con las directrices de la confederación, entre otras razones para evitar las multas mensuales que llegaban al Ayuntamiento por esa actuación.

De la confederación llegó el primer cambio del proyecto, exigiendo elevar más el puente. El segundo cambio se debió a que el proyecto se elaboró ocupando terrenos no expropiados, y los propietarios no estaban dispuestos a que la carretera ocupara sus casas. El tercero, había que eliminar las aceras del puente porque impedían la circulación de vehículos. «El colmo es cuando consultada la empresa de autobuses nos dicen que tal y como está el proyecto es imposible que pasen los autobuses».

Pero no son los únicos cambios. También se han cambiado las biondas del puente por barandillas, e incluso el saneamiento, por la diferencia de cotas tras elevar el puente original. Y habrá más. El responsable de empresa de transportes ha recomendado que se coloque una señal para impedir que aparquen vehículos para facilitar el giro del autobús.