Declaran improcedente el despido de un inmigrante que denunció a su empresa

La decisión judicial fue presentada hoy en rueda de prensa por la asociación ovetense Ruta Contra el Racismo y la Xenofobia, que ha ayudado a Egaña con el proceso y que ha conseguido que la orden de expulsión que pesaba sobre él se encuentre "temporalmente paralizada", a la espera de regularizar su situación administrativa.

El portavoz de la asociación, Eduardo Romero, explicó que Egaña fue enviado durante 27 horas a un calabozo en Oviedo, en ejecución "en tiempo récord" del procedimiento de expulsión abierto en Santander el pasado 1 de octubre, cuando acudía al juicio contra una empresa en la que trabajaba como montador de carpas.

Criticó, además que la empresa que empleó a Egaña durante 19 meses, entre abril de 2008 y julio de 2009, facturaba cerca de 400.000 euros en periodos en los que contaba con una plantilla media de 0,92 trabajadores. Según el mismo Egaña, en la misma trabajaban cerca de quince operarios sin papeles o sin estar dados de alta en la seguridad social.

Romero comentó además que se encuentran a la espera del recurso que el otro trabajador presentó ante el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria contra la misma empresa e indicó que esperan que sea favorable porque la situación de ambos es "la misma".

Consideró, asimismo, que el Fiscal Superior del Principado, Gerardo Herrero, debería solicitar la responsabilidad administrativa y penal para las dos empresas que han empleado irregularmente a Egaña, en lugar de "azuzar a los jueces" contra los inmigrantes y pedir que cumplan las condenas de cárcel en sus países.