¿Quién paga lo que no se hace?

Cuando todo apuntaba a que la bolera cubierta de Los Corrales de Buelna era historia pasada, nada más lejos de la realidad. La cuestión que la devuelve a la actualidad se centra en quién pagará los platos rotos de adjudicar la obra a una empresa que después no pudo ejecutarla. Un lucro cesante que se cifra en 460.000 euros. Una cantidad que el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Javier López Marcano, asegura que no pagará, mientras la alcaldesa, Mercedes Toribio (PP) afirma que tampoco. Un capítulo más de las desavenencias personales entre ambos que se han convertido en una falta de contacto absoluto entre las administraciones a las que representan.

López Marcano tiene claro la trascendencia del «componente humano». Lamentó que «por una pésima interpretación de las relaciones interinstitucionales y una falta de respeto a las decisiones colegiadas del pleno de la Corporación, por una absurda tozudez, hoy no tengamos la bolera cubierta terminada». Y explicó que «por sorprendente que parezca la bolera se adjudicó, se hizo un acta de replanteo aprobada por el técnico municipal y aceptada por el Ayuntamiento, se hizo acopio de materiales y movimiento de tierras, luego hay un lucro cesante para la empresa adjudicataria que es merecedora de una responsabilidad patrimonial de 460.000 euros».

Y se preguntó «¿quién los paga?, porque mi Consejería no, lo intentaré evitar por todos los medios, luego esa responsabilidad civil habrá que atribuirla al Ayuntamiento que, de momento, se queda sin la bolera y sin 460.000 euros de fondos públicos. A ver cómo lo explican».

La contestación llegó directamente de la propia alcaldesa. Aseguró que la responsabilidad «será de quien adjudicó el contrato, sujeto a un PGOU sin aprobar».

También señaló que «si la consejería no va a pagar, a lo mejor tendrá que salir de su bolsillo o de quienes hayan actuado de mala fe, pero con dinero de los vecinos de Los Corrales de Buelna no, mientras sea alcaldesa pelearé por que nadie se ría del dinero de los corraliegos».