

Secciones
Servicios
Destacamos
GUILLERMO BALBONA
Sábado, 12 de diciembre 2009, 12:45
Con meditado y pausado ritmo, su escritura poética ha crecido con la rima de la coherencia y la métrica de la reflexión. Entre estudios, investigaciones y un profuso activismo cultural, la voz del poeta santanderino Juan Antonio González Fuentes reaparece seis años después con un nuevo libro, 'La lengua ciega' (DVD). Entre el silencio, la música y el paisaje vuelve a asomar un autor de fiel respeto por la palabra, permanente sentido de exploración y lucidez creativa. González Fuentes (1964) antes de adentrarse en sus versos reveladores, deja claros los territorios de la poesía: «ese laboratorio necesario para la supervivencia del lenguaje libre e independiente».
-La lengua ciega y la escritura iluminada. ¿Se escribe desde el asombro, desde la razón, o desde el oficio y la reflexión?
-Asegura Roberto Juarroz que la poesía nace del encuentro entre el abismo que somos y el abismo ante el que estamos situados. En mi caso ese encuentro de abismos no pocas veces se resuelve en puro asombro, pero en un asombro que procuro pensar y sobre el que indudablemente reflexiono. Los frutos de esta 'reflexión asombrada' que es la poesía los materializo con el oficio del que dispongo.
-¿Cuál es el territorio poético y cultural de su nuevo poemario?
-Parto siempre de la reflexión con y sobre el lenguaje, un asunto que sencillamente hoy me resulta ineludible en la creación poética. Estoy convencido de que en nuestros días el oficio de poeta pasa por llegar a espacios y territorios inexplorados, utilizando como vehículo esencial un lenguaje no normalizado, no 'domesticado' ni desgastado por el uso común. Se trata en definitiva de trabajar poéticamente con una lengua que sea ciega, es decir, que no pueda ver continuamente hacia donde se dirige. Hay que arriesgarse siempre en el uso poético del lenguaje, sabiendo, claro, que habrá tropiezos, equivocaciones y caídas, quizá muchas caídas.
-A la hora de trazar una línea, ¿un nuevo libro tiene siempre algo de secuela, de voz renovada y de ejercicio de coherencia?
-En la vida de todo escritor cada libro está llamado a ocupar un lugar. La importancia del mismo suele ser cambiante y depende de factores diversos como el aprecio de los lectores, el de la crítica, el de los colegas. Pero lo que es evidente es que no existe el borrón y cuenta nueva, y cada libro nuevo es un eslabón de la cadena; eslabón que para bien o para mal está vinculado a los anteriores, los comenta, los significa y establece entre ellos algún tipo de coherencia interna. Claro que también es cierto que un libro nuevo, sobre todo cuando han pasado 6 años desde el anterior, presenta elementos de voz renovada, quizá más ancha, robusta y segura de sí misma.
-Se me antoja que la poesía es una lengua siempre amenazada, como un ecosistema privilegiado, pero habitada por unos supervivientes que nunca desfallecen.
-La poesía supone esforzarse en el uso de una lengua no normalizada, una lengua constantemente asediada y rodeada por la de uso común, sometida por regla general a los intereses del poder. En este sentido el lenguaje poético sí es una especie en permanente peligro de extinción, o cuando menos, de domesticación al servicio de lo establecido. La idea de la poesía como un ecosistema distinto, como un laboratorio en el que se experimenta y se hacen probaturas me parece acertada, pero dejando a un lado lo de 'privilegiado' y usando en su lugar la palabra 'necesario'. La poesía es un laboratorio necesario para la supervivencia del lenguaje libre e independiente. Y los poetas de verdad son los que trabajan en ese laboratorio, sin esperar recompensas, o medallas.
-De los tiempos del Aula de Letras a su activismo cultural actual, ¿ha apreciado cambios significativos en el panorama regional?
-Sinceramente, significativos no.
-Participar en el rescate de la memoria de Pablo Beltrán de Heredia, ¿qué sensaciones le ha dejado?
-Muchas. Por ejemplo, que la vida cultural de Santander a mediados del siglo pasado era más compleja y rica de lo que parecía a simple vista; que toda vida humana es una aventura llena de luces y sombras; que la profundidad del olvido no tiene límite; que el tiempo pone a cada uno en su lugar; que cada cual cuenta la historia a su manera; que hay puestas en escena personales muy eficaces; que la memoria es un cruento campo de batalla; que la amistad verdadera existe, y que en esta ciudad vive un tipo extraordinario llamado José María Lafuente.
-¿Cree que generacionalmente se ha producido un recambio cultural de mentalidad y de actitud?
-Lo que creo es que el verdadero drama de esta región en el ámbito de la cultura es que tras más de tres décadas de democracia y de miles de millones en inversiones, ni una sola institución cultural de la región, ni pública ni privada, ha creado equipos de trabajo profesionales y renovables.
El drama de la cultura
Los mejores de varias generaciones de cántabros ya se han malogrado para siempre jamás o se han exiliado. Este es el drama, esta la responsabilidad histórica de generaciones de políticos cántabros iletrados y sin vergüenza.
-De Aleixandre al Ultraísmo. ¿Quiénes están en su próximo punto de mira cultural y de estudio?
-Pues si nada se tuerce, espero publicar el año que viene, con el poeta Alberto Santamaría, una edición de la obra completa del poeta ultraísta José de Ciria y Escalante, y junto al profesor Dámaso López García, un volumen colectivo en torno a la obra de Álvaro Pombo.
-¿Considera posible una cultura urbana alternativa en Santander?
-Si por alternativa entendemos no oficial, es decir, ni subvencionada ni bajo el amparo de instituciones públicas o privadas, claro que es posible, y me consta que sí existe y que es más abundante y rica de lo que pudiera parecer. Tengo una ligera impresión: mucha cultura alternativa aspira a dejar de serlo, y eso es pura incongruencia, una flagrante contradicción en los términos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.