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La Ribot lamenta la «falta de continuidad» que padecen en España los proyectos escénicos
TEATRO

La Ribot lamenta la «falta de continuidad» que padecen en España los proyectos escénicos

La coreógrafa y artista visual, que clausuró anoche la Muestra de Teatro, cree que hay una red creativa que permite la evolución de los lenguajes artísticos

GUILLERMO BALBONA

Domingo, 20 de diciembre 2009, 01:21

Se mueve en territorios escénicos fronterizos, apuesta por la renovación y en su tarjeta de presentación en Santander muestra uno de esos golpes escénicos entre el movimiento, la danza, la plástica, el cuerpo y la miscelánea de lenguajes. Apela a la «transformación del espacio» y mediante la flexibilización y adaptación continua de su propuesta creativa construye una coreografía donde risa y violencia envuelven al público en un espacio físico habitado por cartones y un territorio de textos que funden crítica y reflexión política. María Ribot, La Ribot, una de las artífices de la renovación del lenguaje del teatro danza se muestra convencida de que «en los últimos años se ha avanzado muchísimo» en las aportaciones escénicas.

La coreógrafa, bailarina y artista visual, que clausuró ayer en la galería santanderina Del Sol St. la 20 Muestra Internacional de Teatro con su montaje 'Laughing Hole', cree que siempre ha existido una excelente y fructífera sucesión de creadores que comparten complicidades e inquietudes y que han proporcionado revitalización a los lenguajes escénicos.

«Lo local y lo universal, la posición importante del artista y del ciudadano, las imposiciones de leyes y normas, las convenciones y lo alternativo, el paso del tiempo, la edad madura, la madre y lo femenino» son claves y factores que asoman en la propuesta que la compañía de La Ribot ha llevado por el mundo en los tres últimos años. Santander se sumó ayer a Málaga, Bilbao o Murcia, algunas de las capitales españolas donde esta creación que funde el vínculo y el tratamiento del espacio con el esfuerzo político, los textos y la risa obsesiva y violenta que atraviesa esta obra. Un trabajo entre la performance y la comunicación teatral y cómplice con el espectador que La Ribot compartió con Marie-Caroline Hominal y Delphine Rosay, mientras la «creación sonora», que juega y recrea con las risas del espectáculo, la aporta el músico Clive Jenkins.

En la presentación previa a la puesta en escena en la galería santanderina, Ribot dejó clara una visión escénica inmersa en lo cotidiano y una querencia artística de vasos comunicantes entre lo escénico y lo visual. Creadora ligada al espacio de la galerista cántabra Soledad Lorenzo, la coreógrafa siempre ha defendido una mirada abierta y constructiva que participa de todas las artes y lenguajes aunque la danza ha sido su punto de partida porque era la que estaba necesitada de una cierta juventud y renovación.

En la presentación de esta última cita de la veterana muestra de la UC Ramón Maruri, director de las Aulas de Extensión Universitaria destacó el significado histórico de la Muestra y el trabajo desarrollado por su director Francisco Valcarce. Maruri apuntó que ahora que se desarrollan las líneas de acción de Santander 2016, bueno es recordar que existen algunas instituciones e iniciativas en la comunidad que, desde hace veinte años, ya vienen apostando «por una dimensión abierta y arriesgada de la cultura con carácter universalista y no localista y en el caso de la Muestra con programas que han combinado audacia y riesgo y un sello internacional del que carecían antes muchas otras programaciones». Fernando Zamanillo, director de la galería Del Sol St., y Eugenia Gómez de Diego, directora general de Juventud completaron la presentación de puesta en escena de clausura.

En su comparecencia La Ribot, que vive entre Madrid y Ginebra, manifestó que en España siempre encuentra personas, creadores e intereses con los que compartir sus preocupaciones artísticas pero mostró su queja por un grave déficit que se mantiene de manera permanente: «Una falta de continuidad en los proyectos que se abordan. Problemas para dotar de apoyo y continuidad a las iniciativas que se ponen en marcha».

Partidaria de una mirada personal, de un lenguaje que se impone ante el código, La Ribot ( Madrid, 1966) estrenó el pasado verano 'Llámame mariachi' en La Comèdie de Ginebra, coproducción con el Festival de Otoño de París que se vio recientemente en el Centro Pompidou de París: Un trío de mujeres con un texto importante, explicó ayer, donde movimiento y cine y palabra configuran el eje escénico, precedido de un plano secuencia de 25 minutos, y en el que el vídeo y la cámara tienen una presencia mayor dentro un proyecto ambicioso de deconstrucción, lleno de complejidad, pues no responde a lógicas establecidas». La autora de espectáculos y acciones como 'Carita de Ángel' y sus 'Piezas distinguidas', entre otras, ha recorrido festivales, salas de exposiciones y centros de arte de todo el mundo. La artista destacó esos otros ámbitos de creación que poseen una filosofía y una visión coherente compartida y cómplice, y se mostró convencida de que hay toda una red de creadores que sí aportan nuevos contenidos a los lenguajes escénicos y que es necesario sacar a la luz». Ribot ha mostrado a menudo su lamento por los excesos dominantes que priman las producciones de gran formato y que, en realidad, ocultan esas carencias a la hora de otorgar visibilidad a otras propuestas más creativas y arriesgadas.

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