

Secciones
Servicios
Destacamos
N. C.
Sábado, 9 de enero 2010, 12:07
No hay nada que hacer. El túnel de la estación en Los Corrales de Buelna está gafado y no hay obra en su interior o su entorno que no conlleve una discusión, una controvertida ejecución y un final cuestionable. Aunque desde el equipo de gobierno municipal (PP) se quiere cambiar esa tendencia, el tema debe ser complicado. La última disputa ha venido de la mano de la mejora de ese túnel y la colocación, entre otras obras, de pasos elevados para reducir la velocidad de los miles de vehículos que lo atraviesan día a día. El concejal de Obras e Infraestructuras, Serviliano González, ha parado la actuación y exigido que las actuaciones se atengan al acuerdo alcanzado con Fomento para la mejora de ese paso subterráneo. Lo que hace diferente el caso es que se ha tenido en cuenta su petición.
Hace unos días comenzaba la ejecución del proyecto de mejora, presupuestado en 47.000 euros. Se retiraron los paneles laterales del interior del túnel, dañados por la estrechez del paso, problema que viene de lejos, como otros tantos, como las humedades. A pesar de que el coste de la obra se dobló, pasando de los tres millones de euros originales a más de seis. Lo mismo que se doble el tiempo de ejecución.
Se trabajó también en evitar la constante presencia de agua y humedad en el paso para peatones. Y se iniciaron las obras de retirada de las farolas de las aceras exteriores, en la calle Capitán Cortés, postes en medio de esas aceras que impedían el paso de minusválidos o coches para bebés.
La controversia partió de la colocación de reductores de velocidad, que según González, no eran los pactados, hecho que le llevó a pedir su retirada. «La mayoría del tráfico que soporta el túnel es de carga pesada y esos reductores no eran los adecuados. Han accedido a modificar los actuales y han parado las obras hasta nueva orden».
El concejal incidió en que «hay en ese proyecto varias cuestiones importantes. Una es la mejora de la seguridad en todo el entorno del túnel, proteger al viandante, al vecino de la zona. La otra, ser estricto en su ejecución, como en el resto de obras, que no tengamos que lamentar después lo de siempre. Es muy fácil. Hacer un seguimiento completo, defender una ejecución consecuente y no tener que lamentar después», señaló.
También puso como ejemplo las farolas de la calle Capitán Cortés, para explicar que en enero se colocarán junto a la pared, para lo que ya se han realizado los huecos correspondientes, previo acuerdo con los propietarios afectados, «que han puesto todas las facilidades del mundo. La pregunta es, por qué no se hizo así en su día, evitándonos estas situaciones».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.