Juzgan a una pareja por intentar asesinar al ex marido de la mujer

La Audiencia de Cantabria juzgará mañana, martes, a una pareja que en marzo de 2008 intentó matar al ex marido de la mujer. El Ministerio Fiscal acusa a los procesados José Antonio J. C. y María Dolores P. G. de un delito de asesinato en grado de tentativa (a él hombre como autor material y a su compañera como cooperador necesario), por el que solicita 10 años de prisión para cada uno. Además solicita otros 15 meses de cárcel para José Antonio como autor de un delito de tenencia ilícita de armas.

La víctima, que ejerce la acusación particular, pide 14 años para cada procesado, además de un año y medio de prisión por la tenencia ilícita de armas.

Según las acusaciones, los procesados, vecinos de Torrelavega, mantenían una relación sentimental y querían recuperar la custodia de la hija menor de María Dolores, que ostentaba el padre desde 2006. Así lo solicitaron al Juzgado en enero de 2008, pero el progenitor de la niña se opuso al considerar que la madre y su compañero sentimental no estaban en condiciones de ejercer la custodia con las debidas garantías.

Así las cosas, la pareja decidió acabar con la vida del padre y planearon matarle, aprovechando el momento en que se encontraran con él para entregar a la menor en cumplimiento del régimen de visitas.

De este modo, según relata el fiscal y la acusación particular, el día 15 de marzo de 2008, la mujer citó a su ex marido en la Plaza El Sol de Torrelavega para recoger a la niña. Antes de despedirse, María Dolores llamó por teléfono a su pareja para informarle de la hora y el lugar exacto donde se encontraban. Nada más despedirse, el procesado siguió al objetivo hasta darle alcance y cuando estaba casi a su altura, le llamó por la espalda. Al girarse el padre, José Antonio le disparó en la cara, sin que la víctima, desprevenida, pudiera hacer nada para evitarlo.

Como este primer disparo no terminó con la vida del ex marido, el procesado montó de nuevo el arma y realizó una segunda descarga, aunque no logró percutir el proyectil al quedarse encasquillado en la recámara. Después el procesado se dio a la fuga e hizo desaparecer la pistola, que nunca pudo ser localizada. Al día siguiente, la Policía detuvo a la mujer, que permaneció 42 días en la cárcel, y en la actualidad se encuentra en libertad provisional. Su compañero sentimental se entregó voluntariamente dos días después, pero fabricó una coartada para evitar su relación con la coimputada y con la autoría de los disparos. José Antonio, que carecía de licencia de armas, se encuentra en prisión desde entonces.

El disparo efectuado sobre el rostro de la víctima le produjo un orificio de entrada en la región malar izquierda y otro de salida a nivel cervical, lesiones que la han dejado diversas secuelas.